Maite SORoa | msoroa@gara.net
Más les valdría aprender un poco
Mientras la prensa ultramontana seguía haciéndose eco del acto de Biarritz con el fino estilo que le caracteriza, en «El Mundo» le hincaban el diente al monotema por otro costado. Llevaban a su Primera que «Noruega paga 1,15 millones a un proyecto protagonizado por Batasuna», y ya en páginas interiores titulaban a cinco columnas: «Oslo financia estudios soberanistas». Está claro que financiar estudios no está bien visto en algunos círculos... Total, que tirando de la «exclusiva», Santiago González, columnista habitual de la tropa de Pedro J. presentaba una pieza de esas que dicen mucho de quien las escribe. Ya verán. González empezaba lamentando que «estamos rodeados por el buenismo», para cargar casi de inmediato contra Noruega porque «acaba de signifi- carse en este campo con una subvención de 1,15 millones de euros a la principal reivindicación de ETA: la autodeterminación». Se le olvida apostillar al plumilla que habla de un derecho que encuesta tras encuesta es apoyado por una amplia mayoría de la sociedad vasca. Pero si añadiera el dato la conclusión le saldría un tanto peliaguda.
En todo caso, el objetivo parecía ser meterse con el país escandinavo a toda costa. Y si no, lean este párrafo; se las trae: «el buenismo es una actitud muy nórdica, aunque más bien oral. El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, dijo en el primer aniversario de la masacre de Utoya: `La bomba y las balas que utilizó Breivik querían cambiar Noruega. Los noruegos, no obstante, hemos estado a la altura y hemos mantenido nuestros idearios. El asesino fracasó, el pueblo gano'. Es discutible, aunque solo sea desde el punto de vista estrictamente cuantitativo: Breivik, 77; Pueblo Noruego, 0. Desde un enfoque moral o cualitativo, roza la estupidez de puro obvio». A servidora no se le ocurre cómo alguien puede escribir tal dislate, pero servidora no es columnista de «El Mundo» y por eso la actitud de los mandatarios y la sociedad noruega le parece encomiable. Pero hay quien prefiere regodearse en su bilis. Por eso escriben cosas como que «ser noruego consiste básicamente en saber hacerse el sueco». Será por ello que tantas españolas y españoles están emigrando a Noruega... Más les valdría aprender un poco en vez de insultar a quien está a años luz, en todos los sentidos.