Iturbe enmarca los despidos de Radio Vitoria en la «gestión diaria»
De fatigosa y enmarañada podría calificarse la comparecencia de ayer de Maite Iturbe, directora general de EITB, en la comisión de control parlamentario del ente audiovisual público vasco. «Lo de Radio Vitoria nos ha pillado fuera de onda», reconoció sobre un conflicto que comenzó circunscribiendo a tres personas, aunque terminó reconociendo a seis. No coincide con los datos de los trabajadores, ayer en huelga. Recibieron, por cierto, el apoyo de los de M4F.
Amaia EREÑAGA | GASTEIZ
Durante todo el día de ayer, Radio Vitoria solo emitió música. La huelga de 24 horas, que ha estado precedida en días anteriores por paros de diversa duración y acompañada ayer también por un paro parcial de apoyo en Radio Euskadi (de 2 a 6 de la mañana), coincidía con la comparecencia de Maite Iturbe, directora general de EITB, en comisión parlamentaria a requerimiento de los grupos EH Bildu y socialista. En la calle, los trabajadores de esta emisora perteneciente al grupo EITB realizaban diversas concentraciones, acompañados por compañeros de M4F, la firma que confecciona el portal de internet para el ente audiovisual vasco, y en la que EITB es socio con una pequeña participación.
Por un lado, la previsión de la desaparición de diez puestos de trabajo en Radio Vitoria, entre trabajadores eventuales y de prácticas que no serían sustituidos (aunque Maite Iturbe admitió ayer solo tres contratos finiquitados, que «subió» finalmente a seis); por el otro, en M4F, nada menos que 27 despidos en un ERE que afecta a la mitad de la plantilla, y una página web, eitb.com, en la que desaparecen sus contenidos en francés e inglés.
La cita no era sencilla para nadie. Estos días, además, los trabajadores de esta emisora pública que cumple 80 años en 2014 están recibiendo numerosas muestras de apoyo, tanto de agentes sociales como de instituciones, incluidos la Diputación y el Parlamento, por lo que Maite Iturbe llevaba a la comisión parlamentaria un guión en el que quería dejar negro sobre blanco la situación de crisis que vive el sector de la comunicación en general -el segundo sector más golpeado en el Estado- y el audiovisual en particular.
En un panorama «cruel» en el que situó a EITB como una de las pocas «excepciones» en el desastre general de los medios audiovisuales estatales -recordó los EREs en Telemadrid, TV3, la televisión valenciana...-, se refirió al descenso de la publicidad -un 60% desde 2007- y también presupuestario, en el que cifró en 20 millones de euros menos los que recibirá en 2013 EITB respecto al año pasado. Hay que recortar de algún sitio y, dijo, la mayor parte se ha hecho del sector privado audiovisual que surte y depende del ente autonómico -«nadie se ha quejado de esto», se quejó-, pero negó que afecte a la plantilla de la propia EITB, ni tampoco a los contenidos de Radio Vitoria en este caso.
Teatro, quejas y preguntas
«¿Por qué este teatro alrededor de Radio Vitoria?», se preguntó (luego retiró lo de «teatro» ante la mala aceptación por los grupos parlamentarios). «Empujados por la espuma de las redes sociales los partidos han tomado decisiones sin contrastar ni ponerse en contacto con EITB», agregó. Radio Vitoria, de la que dijo que es una radio especial (es la única del grupo que tiene programación local propia), «goza de buena salud» y «va a seguir siendo un proyecto de EITB, con una programación competitiva y vinculada a los alaveses».
A preguntas de los partidos, que no conseguían respuestas concretas a sus preguntas sobre el futuro tanto de Radio Vitoria como de M4F, comenzó reconociendo la finalización de tres contratos en julio en la emisora alavesa, unidos al final del programa en el que trabajaban. El cuarto, era un contrato de transición. Es, dijo, primero, algo normal en el medio. «Se hacen y cierran contratos todos los días. En un mes puede haber del orden de 300 contratos de corta duración», añadió. Según los datos algo confusos que facilitó, la emisora quedaría con la misma plantilla que en 2010; es decir, 45 trabajadores, frente a los 47 de 2012. La cuestión, según le recordó Unai Urruzuno (EH Bildu), es que las medidas afectan a trabajadores que llevan entre diez y treinta años en la emisora. Iturbe «subió» luego la cifra de despidos con la inclusión de dos trabajadores más, sustituidos por otros que tendrían plaza. En el caso de M4F, reconoció que EITB es socia, pero la decisión de los despidos es, dijo, únicamente de M4F.
Con un PP muy preocupado por el futuro de la emisora alavesa -Iñaki Oyarzabal se preguntó «por qué no recortar de otros sitios» y citó a las delegaciones de Baiona e Iruñea del ente-, Maite Iturbe dejó en el aire más preguntas que respuestas. Uno de los más contundentes fue Unai Urruzuno, para quien «se están pagando las consecuencias de que durante años se haya hecho de EITB un chiringuito».
La sesión de control de EITB fue de esas especialmente «animadas». Arrancó con la aprobación, con los nueve votos del PNV y EH Bildu, de una enmienda de transacción que insta a que en EITB «atendiendo a todo el área natural del euskara, se represente Euskal Herria en su integridad, incluido Treviño, respetando así el sentimiento mayoritario de la sociedad vasca». Nunca una infografía dio para tanto. Oyarzabal (PP) calificó de «tontería» y «despropósito» un cambio al que le vio clara finalidad política y que «limita» el derecho a la información de los vascos. Llegó a hablar de «falta de respeto a los navarros, a los departamentos franceses, a nuestros vecinos...». Para Mikel Unzalu (PSE), es una manipulación de nuestra historia -hubo referencias a Iparragirre, Unamuno y a términos como Vasconia por ambos representantes políticos- y el criterio debiera ser el administrativo. El argumento del PNV de que el criterio adoptado era el que la infografía «se corresponde al mapa del euskara», sin más consideraciones ideológicas, no recibió muchos apoyos, ni siquiera de EH Bildu, para quien sí era una cuestión política. A.E.