El primer ministro turco anunció su victoria sobre las protestas que, iniciadas en el parque Gezi de la plaza Taksim de Estambul, se extendieron a otras ciudades, y comenzó a «arreglar cuentas» al lanzar redadas masivas contra medios de izquierda, a los que acusa de protagonizar las manifestaciones.

Un día después del fracaso de la movilización de solidaridad de dos grandes sindicatos que convocaron una huelga general, Recep Tayip Erdogan, aprovechó el discurso ante los diputados de su partido, AKP, para dar por resuelta la crisis. «Nuestra democracia ha sido puesta a prueba y ha salido victoriosa», afirmó bajo una lluvia de aplausos (...) El pueblo y el Gobierno del AKP han desactivado este complot tramado por traidores y por sus cómplices en el extranjero», señaló eufórico.

Erdogan arremetió contra los «vándalos» y los «anarquistas» en las protestas y contra los «medios internacionales», a los que culpó por «desinformar».

Advirtió de que, «a partir de ahora, no mostraremos la más mínima tolerancia hacia gentes u organizaciones que se comprimetan en actos violentos». Aunque la noche del lunes fue bastante tranquila en Estambul, la Policía utilizó cañones de agua y gases lacrimógenos para reprimir a los manifestantes que habían colocado barricadas alrededor del Parque Kugulu.

La Policía detuvo a decenas de militantes de izquierda en grandes redadas. 90 miembros del Partido Socialista de los Oprimidos (EPS), formación activa en las manifestaciones, fueron arrestados. El Ministerio de Interior informó de detenciones «preparadas desde hace tiempo contra la organización terrorista (sic) MLKP (Partido Comunista Marxista Leninista)». La prensa informó de un plan del Gobierno islamista para restringir el papel de las redes sociales de internet en la convocatoria de protestas.

«El hombre en pie»

Erdem Gunduz, coreógrafo, protagonizó en la madrugada de ayer una nueva forma de protesta, quedándose en pie y solo en la Plaza Taksim hasta que fue detenido por la Policía. Su gesto, el del Duran adam (el hombre en pie), fue repetido por docenas de personas en la plaza de Estambul y en otras ciudades, incluido un llamamiento mundial en Facebook.