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SANTI RODRIGUEZ | COORDINADOR del FESTIVAL MENDEBALA

«Nuestras energías navegan entre la tristeza y nuestro importante aporte cultural»

Durante doce años el festival Mendebala de Sopuerta ha mostrado numerosas bandas folk del entorno Cantábrico. Una visión única entre las propuesta festivaleras de verano y que llega a su fin con la presente edición por los ajustes presupuestarios y, de paso, por un cambio de ciclo.

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Pablo CABEZA | BILBO

La popular recesión económica, los años acumulados con el correspondiente desgaste para los organizadores y la necesidad de un cambio de ciclo han terminado por conducir a Mendebala a su despedida, que será el próximo 6 de julio en el parque del barrio de La Baluba en Sopuerta con las actuaciones de Xabi Aburruzaga, Aira Da Pedra, Prau, Emon y Celtas Cortos, tal y como precisaron ayer en rueda de prensa en Bilbo diferentes agentes de Mendebala.

A Mendebala hay que reconocerles el extraordinario esfuerzo que han realizado para conformar un festival singular, enfocado a las músicas del Cantábrico, lo que ha permitido conocer a artistas pequeños en popularidad, pero grandes en aportación folclórica. Cada año han trabajado duro no solo en tareas de organización, sino en el incómodo recorrido de ventanillas y papeleo para lograr al financiación suficiente en un festival gratuito y de dos días de duración, a excepción de este año que todo se concentra en un día por la lógica raspada del presupuesto, que ha pasado de los 90.000 euros de los últimos años a los 62.000 del presente.

¿Estos doce años se observan entre la tristeza y la melancolía?

Creo que la gente que llevamos desde el principio, que son muchos años, hemos cumplido una faceta muy importante a nivel de gestión cultural y un esfuerzo enorme a nivel personal. También otras personas que han ido descolgándose por diferentes razones, han hecho una labor importante. No vamos a negar que hay un cierto agotamiento y ahora lo percibimos mucho más a la hora de buscar los recursos económicos; organizar algo así con la incertidumbre de si se lograrán conseguir los ingresos mínimos llega a minarte, Por otra parte, entendemos que el final del ciclo, no debe ser el final del proyecto Mendebala, pero también hay que ser realistas; es mejor tomar la decisión adecuada antes de que sea demasiado tarde. Tampoco viene mal que pase un tiempo, que se pueda extrañar la mirada sobre el festival para verlo desde otra perspectiva, pero la renovación, en su caso, ya dependerá de otras personas y de otras energías. Con esta adecuada decisión, nuestras energías navegan en estos momentos entre la tristeza y nuestro importante aporte cultural al municipio y comarca.

Doce años pueden quemar tanto por el lado administrativo como por el físico, pero situaciones de lluvia, frío y poca gente, por la razón que sea, también pueden minar la resistencia y la moral.

Este festival está organizado desde la base, por gente que no es profesional de la gestión cultural desde un despacho, somos gente que apostamos por este proyecto desde el ámbito participativo. Cada cual tiene sus historias personales, laborales, familiares… y eso en doce años va recorriendo diferentes caminos y afecta de distintas formas. La verdad es que sí fastidia mucho que te salga una noche fría en pleno verano y eso ha ocurrido varias veces. Somos una zona bastante desconocida, por lo menos en lo climatológico, aquí las noches son como 3 o 4 grados más frías que en Bilbo y eso ya lo han podido comprobar las bilbotarras que han estado por Sopuerta. Lo bueno es que la lluvia escampa, pero el frío es muy incómodo. También te da un bajón cuando haces buenas propuestas, diferentes, pero sin tener un cabeza de cartel claro, con tirón y ves que la gente no responde. Esto nos ocurrió en 2006, donde la primera noche (30 junio) apostamos por Euskal Herriko Bestelako Musikak, con Euri Ttantak, Zura, Mal de Ojo y Gose, aún creciendo. Al día siguiente, sin embargo, lleno a reventar con Xuacu Amieva, Carlos Núñez y Lamatumbá.

Y poniéndose en positivo...

La sensación que tenemos es muy buena: de haber hecho algo grande y de que muchísima gente así lo ha entendido. Todos los grupos que han pasado durante estos años se han sorprendido gratamente al ver que hay gente que hace cosas de manera altruista, de encontrarse actuando en un pueblo pequeño y en un festival totalmente gratuito. Predominan los buenos recuerdos.

Pequeño pueblo que Mendebala ha proyectado y del que muchos habrán quedado encantados al conocer su entorno, su belleza...

Es cierto que Mendebala ha contribuido a proyectar el municipio, pero también es verdad que por el tipo de festival que es, ha sido una propuesta mejor entendida por las comunidades cantábricas más hacia occidente, que por el resto de EH. Sopuerta tiene un potencial muy importante de carácter histórico y cultural. Su principal problema es que el transporte público no invita a utilizarlo para acercarse. En el caso del festival no hay “gautxori” [transporte nocturno de Bilbo] ni servicios especiales de autobuses.

En todo caso, misión cumplida.

Claro que sí. Además se ha demostrado que se puede gestionar de otra manera la cultura: sin la etiqueta de profesional y desde una perspectiva sociocultural y participativa, ya que hemos tenido el apoyo y colaboración desinteresada de muchas personas y colectivos tanto de Sopuerta como de todo el área geográfica de Encartaciones. Dejamos, no lo olvidemos, un concurso con cinco ediciones y sus correspondientes discos de Dronadar, Ghatusain, Mielotxin, Adarrots y Seafóid.

 

«La lógica nos indujo a realizar un esfuerzo final»

¿El cartel de este 6 de julio es la síntesis artística o emocional de lo que ha sido la esencia de estos doce años?

Había gente que en setiembre del año pasado planteaba no hacer ninguna edición más, lo que dio pie a un debate. Al final la lógica nos indujo a realizar un esfuerzo final, ya que de haber sido la última se tendría que haber publicitado en  2012. No obstante, para sacar adelante la actual había que asegurar de que el público se acercara nuevamente y para ello se necesitaba un cabeza de cartel, alguien para todas las edades: y esos eran Celtas Cortos, que aunque ya han estado en dos ocasiones lo considerábamos adecuado. También se valoró su actitud positiva y la predisposición que habían tenido hacia Mendebala. Asimismo creímos necesaria la presencia de Xabi Aburruzaga, para ver su evolución en estos 12 años, ya que participó en la primera edición. Mendebala es un festival que ha corrido mucho de boca en boca, por lo que su existencia es conocida en muchos lugares, así que nos envían multitud de propuestas. Aira da Pedra tienen mucho potencial musical y creativo y son de un territorio desconocido y marginado como el Bierzo. Prau, con el estilo rock-folk, dignifica su tierra aragonesa, su lengua y cultura, y asegura la presencia de la mujer en el escenario. Emon (les conocí por un artículo en GARA) son euskaldunes y me gustaron por su aire festivo. Final perfecto. P.C.׈

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