El Gobierno griego alarga su crisis y mantiene cerrada ERT
El primer ministro griego, Antonis Samaras, y los líderes de los partidos que forman parte de la coalición de gobierno no se pusieron de acuerdo en cómo salir de la crisis política creada tras el cierre de la radiotelevisión pública ERT, que amenaza con acabar en elecciones anticipadas. Hoy continuarán negociando pero Samaras sigue sin reanudar las emisiones, como exigió el tribunal supremo administrativo.
GARA |
Los tres socios de la coalición de Gobierno de Grecia acabaron ayer sin acuerdo la reunión para intentar poner fin a la crisis política creada por el cierre de la cadena de televisión pública ERT y concertando una nueva cita para hoy.
El encuentro, entre el primer ministro conservador Antonis Samaras, el líder del Pasok, Evangelos Venizelos, y el dirigente de la formación de centroizquierda Dimar, Fotis Kuvelis, se llevará a cabo a última hora de la tarde.
Al término de la reunión de tres horas y media, Venizelos indicó que «hubo una discusión muy difícil» e insistió en la importancia de que el Gobierno respete la decisión del tribunal supremo administrativo que el lunes decretó una orden cautelar por la que la ERT debía volver a emitir con efecto inmediato, lo que no ha ocurrido hasta el momento. «Sabemos que el pueblo no quiere elecciones, pero al mismo tiempo quiere un gobierno que se preocupe de los problemas del pueblo y ofrezca la máxima eficacia», subrayó Venizelos.
Por su parte, Kuvelis calificó el encuentro de prueba «difícil», porque la crisis de la radiodifusión pública se ha convertido en una verdadera crisis política entre los tres socios de la coalición, que amenaza con desembocar en unas elecciones anticipadas.
«No es solo el problema de ERT. Es un problema de la gestión del gobierno de coalición de tres partidos. Debemos tener una colaboración que asegure un terreno de entendimiento entre los tres partidos». La crisis se desató cuando Samaras, siguiendo con la línea de recortes de gasto impuesta por el FMI y la UE, decidió sin acuerdo ni previo aviso a sus socios, cerrar la televisión pública, suprimiendo de facto 2.700 empleos.
Tanto Venizelos como Kuvelis recalcaron la necesidad de que se reanude la programación completa de todos los canales de la radiotelevisión y no únicamente en una versión reducida como ha propuesto Samaras.
Ninguno de los dos líderes se pronunció acerca de la propuesta de compromiso presentada el martes por el primer ministro, cuyo contenido, salvo algunos detalles filtrados, no se ha hecho público. Según esas informaciones, el plan de Samaras prevé crear un ente público de transición, en el que los trabajadores firmarían un contrato por dos meses, pero en una versión reducida de la actual.
Remodelación de Gobierno
Venizelos y Kuvelis se reunirán hoy con sus respectivos grupos parlamentarios para informarles sobre las cuestiones que están sobre la mesa, lo que los analistas interpretan como un movimiento para buscar el plácet de sus partidos a la propuesta de Samaras.
Entre estas cuestiones figura una posible remodelación de Gobierno, como planteó ya Venizelos tras la primera reunión del lunes, algo que también Samaras había puesto sobre la mesa, pero que el primer ministro quiere dejar para después del congreso de su partido, a mediados de julio.
Para Kuvelis y Venizelos se ha convertido en asunto de especial relevancia mejorar la coordinación del Gobierno.
La radiotelevisión pública dejó de existir oficialmente hace una semana, y desde entonces no hay emisiones en ninguno de sus canales, ni en las cadenas internacionales que utilizan la misma frecuencia en sus programas terrestres (la británica BBC, la alemana Deutsche Welle y la chipriota RIK).
Mientras, los trabajadores de ERT mantienen ocupada su sede emitiendo un programa informativo continuo, que retransmiten vía internet gracias a la ayuda de la Unión Europea de Radiotelevisión.
La Federación Internacional de Periodistas (FIP) urgió hoy a Grecia a restablecer la televisión pública, después de que el Consejo de Estado (tribunal supremo administrativo en el país) condenara la decisión del gobierno de cortar la emisión.