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La Junta de Castilla y León emitió ayer un informe desfavorable a la segregación de Trebiñu y Argantzun, ya que, a su parecer, existen «indiscutibles vinculaciones» con Burgos. Además, sostiene que la prestación de servicios ofertada por Valladolid supera a la que ofrece el Gobierno de Gasteiz.

El portavoz del Ejecutivo castellano, José Antonio de Santiago-Juárez, aseguró que el Estatuto de Autonomía impide la segregación, demandada en numerosas ocasiones por los dos ayuntamientos, al considerar este enclave como territorio de esta comunidad.

«Aquí se acaba el proceso, no vamos a dedicar ni un solo minuto más a esto, Treviño es de Castilla y León», sentenció De Santiago-Juárez, que lanzó un mensaje a los partidarios de la anexión política de Trebiñu en Araba: «Si quieren dar guerra, pues que den guerra».

La Diputación de Burgos también rechazó ayer la petición de segregación. Cabe señalar que la diputada de UPyD, Rosario Pérez, votó a favor de la segregación porque es un «anacronismo» mantener un enclave que recibe los servicios de Araba.

Ahora las opciones de anexión quedan en manos del Parlamento de Gasteiz, que deberá remitir la petición a de los treviñeses a Madrid.