El número de desplazados y refugiados alcanzó en 2012 el mayor nivel desde 1994, año marcado por el genocidio de Rwanda y las consecuencias de la disolución de la antigua Yugoslavia, con más de 45,2 millones de personas, tres millones más que en 2011, según el informe anual de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) presentado con motivo de la celebración, ayer, del Día Mundial del Refugiado. ACNUR lamentó la falta de recursos para su protección y asistencia.

Entre los más de 45 millones -el 46% menor de 18 años-, 15,4 millones fueron refugiados; 937.000, solicitantes de asilo, y 28,8 millones fueron desplazados internos, una cifra que ACNUR tachó de «alarmante».

En 2012 se registraron unos 7,6 millones de nuevos desplazados forzosos, de los cuales 1,1 millones eran refugiados, lo que supone que cada 4 segundos hubiera un nuevo refugiado o desplazado interno -unos 20.000 al día-.

Asimismo, el informe destaca que persiste la brecha entre los países más ricos y los más pobres a la hora de acoger refugiados. En total, los países en vías de desarrollo acogen al 81% de los refugiados en el mundo, frente al 70% de hace una década.

Apunta además que la guerra continúa siendo la principal causa de desplazamiento forzado, con un 55% de personas procedentes de Afganistán, Somalia, Irak, Siria, Sudán, Mali, República Democrática del Congo y Etiopía.

En cuanto a los países de procedencia y de acogida, Afganistán se mantiene desde hace 32 años como el mayor generador de refugiados del mundo: uno de cada cuatro refugiados es afgano. Somalia ocupa el segundo lugar en ese ránking, seguido de Irak, con 746.700 refugiados, y de Siria, con 741.400. Sin apenas cambios respecto a 2011, Pakistán continuó recibiendo a más refugiados que ningún otro país (1,6 millones), seguido de Irán (868.200) y Alemania (589.700).

El informe del ACNUR insiste en el reasentamiento como «solución duradera».

El Foro Regional Sirio de ONG Internacionales advirtió ayer del «alarmante» aumento del número de refugiados sirios en el primer semestre de 2013, que podrían llegar a los dos millones a finales de agosto y cuya situación «se deteriora día a día». El ACNUR prevé que la cifra llegue a los 3,5 millones a finales de año.

Por otro lado, Amnesty International denunció las «deplorables» condiciones en que se encuentran los refugiados, solici- tantes de asilo e inmigrantes en Libia, recluidos en centros de detención indefinida que están siendo financiados con los fondos que Bruselas entrega a Trípoli y donde no se respetan los derechos humanos.