Las pretensiones de EEUU y sus aliados de rearmar a los rebeldes sirios inquiera en Israel, que teme su diseminación por la región, un riesgo que los analistas minimizan salvo en el caso de que se les entregue material militar pesado.

EEUU anunció la semana pasada su intención de ofrecer «ayuda militar» a los rebeldes, lo que los expertos han interpretado como el anuncio de próximas entregas de armas ligeras y munición, pero no de misiles tierra-aire. El miércoles, su presidente, Barack Obama, rechazó detallar su plan.

Hace dos meses, cuando la Unión Europea discutía el levantamiento del embargo de armas a los rebeldes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió prudencia, subrayando que había que preguntarse «a qué rebeldes y qué armas» serían entregadas.

Otros responsables israelíes establecieron un paralelismo con el Afganistán de los años 80, cuando EEUU abasteció de armas a los muyahidines para luchar contra las tropas soviéticas y acabaron en manos de Al Qaeda.

Expertos consultados por AFP señalaron que las armas ligeras y municiones «no tendrían ningún impacto en Israel y tal vez tampoco en los rebeldes», ni siquiera en caso de caer en mayor de yihadistas radicales, como el frente Al-Nosra, ya que consideran que no constituiría «una amenaza estratégica importante, sino más bien una molestia» para Israel, especialmente en el Golán sirio ocupado. No obstante, alertan de que las modernas armas antitanque podrían aumentar la inquietud de Israel y sus objeciones tras recordar que en la localidad de Qusseir la resistencia rebelde con armas pequeñas y emboscadas prolongó una operación que el régimen de Al-Assad y Hizbulah creían que sería rápida.

En cualquier caso, los expertos creen que el apoyo militar previsto por Washington es insuficiente para permitir a los rebeldes tomar la iniciativa contra el régimen.