Elección de material para la final Manomanista
Otro capítulo de la guerra fría
Ambos pelotaris trataron de evitar pronunciarse sobre el material, aunque dejaron sus recaditos. Olaizola II volvió a señalar que se juega con pelotas, en general, demasiado vivas, mientras Irujo entiende que hay orquestada «una campaña» contra sus pelotas.
Jon ORMAZABAL
El enorme clima de enfrentamiento político, ideológico, social y militar entre Estados Unidos y la URSS, las dos potencias mundiales, a mitad del siglo XX, dio lugar a la llamada Guerra Fría. Si bien estos enfrentamientos no llegaron a desencadenar una guerra mundial, la entidad de estos conflictos marcó gran parte de la historia de la segunda mitad del siglo XX. Salvando las enormes distancias, ayer en Miribilla se vivió algo parecido entre los dos líderes de la mano actual. No hubo enfrentamientos directos o verbales, pero los nervios, los esfuerzos por medir las palabras y varios mensajes encriptados, todos en torno al material, dejaron en evidencia la tensión existente en estas horas previas a la gran final del domingo.
Una de las pocas cosas en la que coincidieron ambos protagonistas fue en no querer extenderse y en señalar que el del material era un tema del que se ha venido hablando en exceso en las últimas semanas.
Juan Martínez de Irujo intentó mantenerse fiel a su costumbre de no hablar sobre las pelotas que se encontró en el cesteño, remitiéndonos al domingo, aunque cuando se le hizo la observación de que, a simple vista, las pelotas escogidas por Aimar parecían hasta mas vivas que las suyas, el de Ibero no pudo reprimirse. «Desde que le gané a Oinatz se ha hecho una campaña en contra de mi pelota y yo me he defendido diciendo que ellos han sido los que sacaban la pelota más viva. Hasta ahora así ha sido, el domingo ya veremos», señaló.
Aimar Olaizola, que fue en parte el que abrió el debate hace ya unas semanas al señalar que, por norma general, se están empleando pelotas demasiado vivas -no es para nada una reivindicación nueva- mantuvo ese mismo discurso, aunque renunció a extenderse. «Para mí algunas pelotas son demasiado vivas, algunos pelotaris llevamos tiempo hablando de ello pero ahora es en balde quejarte».
Como en muchos otros debates, la semántica tiene su importancia y, para tratar de buscar una salida a este problema endémico a este deporte, quizá sería positivo comenzar a definir qué es una pelota viva, ya que ambos buscaron ayer pelotas con salida, el matiz está que, como el propio Olaizola II explicó, «las suyas tienen mucha salida del frontis y las mías andan más por el suelo».
En cuanto a las sensaciones previas al gran partido, ambos son conscientes de que lo importante es cómo se encuentren el domingo a eso de las 17.30 horas, cuando el juez lance la chapa al aire y se decida quién tiene el primer saque.
En este sentido, los dos pelotaris trataron de guardar la ropa. En principio, Irujo ha mostrado llegar muy fuerte. «El año pasado también estaba bien, ¿que igual ahora le doy un poco más? ¿con un poco más soltura? Pues puede ser, pero cuando llegas a una final es porque estás bien, el que está mal no llega a una final», apuntó.
El entrenamiento del martes no le dejó sensaciones demasiado positivas y, por ello, ayer quiso sacarse la espina y volvió a ejercitarse con Joseba Ezkurdia, tras la elección de material, «para pegar un par de buenos pelotazos, meter unos ganchos e irte a casa con más moral».
Rehúye de favoritismos
En los dos partidos previos, especialmente ante Barriola, Aimar Olaizola dejó alguna duda que ayer quiso alimentar al señalar que «para casi todo el mundo, y para casi todos vosotros -en referencia a la prensa- él es el claro favorito».
El vigente campeón reconoció que ha notado una mejoría desde su comienzo de campeonato y a nadie escapa la habilidad que tiene para llegar siempre en el mejor estado al momento más exigente, pero dijo que las sensaciones previas son algo menos positivas que las de hace un año.
Además, ve muy bien a su rival. «Esta fuerte, como todo el mundo lo ha visto, la gente no es tonta y en la cancha se ve en qué nivel está cada uno. Se ha visto que Irujo está con gran juego e, incluso estando yo en el mejor momento, también sería muy difícil ganarle. Cuando él está así, tiene un gran golpe con ambas manos, le da más que yo y es difícil ganarle».
Sin embargo, el de Ibero no se fía. «Aimar siempre está bien, en los campeonatos se crece y, si no está de 10, me lo encontraré de 9,75 y será muy difícil».
Asier Olaizola, que entiende que una de las pelotas escogidas por Juan Martínez de Irujo «sale muchísimo de frontis, sale a otra velocidad», compartió punto por punto las tesis mantenidas por su hermano Aimar durante los días previos. «En general, no estoy hablando de las pelotas de Juan, se está jugando con material demasiado vivo», e incluso relacionó este hecho con el descenso de público en el Manomanista, con respecto a otros campeonatos.
«Se está jugando con pelota excesiva y al final el perjudicado es el público. Se está viendo que la afluencia en el mano a mano ha bajado una barbaridad. En el Parejas ha habido más gente que el año pasado y en el Cuatro y Medio está subiendo la afluencia. Por algo será. Es porque en el Parejas y en el Cuatro y Medio se están viendo partidos más competitivos, también en el acotado es más difícil romper. Pero en el mano a mano, quitando los dos partidos que ha jugado Urruti, contra Xala e Idoate, no ha habido un partido que le haya agradado al público. Son partidos muy rápidos, que se solventan en dos o tres pelotazos, y eso al final al público no le llega», señaló el de Goizueta.
En cuanto a la final, Olaizola señaló que «hasta el momento Juan ha demostrado que ha llegado en mejor forma, pero habrá que ver el domingo cómo aguantan la presión. Se ha visto en los partidos, que Juan los ha solventado todos muy fácil. Por contra, Aimar en el primero contra Barriola no se fue a casa de chiripa. Aimar jugó mal pero Barriola también, porque tuvo el partido ganado y al final se le escapó. Creo que Aimar ha ido mejorando semana a semana, pero también es verdad que no está con el puntito del año pasado».
En cuanto a posibles claves para ganar, Asier Olaizola lo tiene claro. «Jugando estos dos, la clave va a estar en el saque. Juan el otro día en Donostia sacó una barbaridad aparte de la velocidad que le da con el tipo de material que está sacando. Aunque Aimar sea un gran restador, el 80% va a estar en el saque».
Patxi Eugi, uno de los que mejor conoce el verdadero estado de Juan Martínez de Irujo, mostró ayer a GARA su confianza en que el de Ibero está en mucho mejor estado de forma que el año pasado. «Juan quizá estaba con menos juego que ahora y eso se notó. Ahora Juan está con mucho más juego y el domingo se va a ver», señaló el de Agoitz.
A pesar de la igualdad existente entre ambos, las últimas finales han caído del bando del pelotari de Asegarce, una circunstancia que su botillero no cree afectará a Martínez de Irujo. «Yo le veo igual que siempre. Lo que pasa es que se han juntado varios factores, entre que este -por Irujo- no ha estado del todo bien de chispa y que el otro -Aimar- ha estado perfecto, las últimas txapelas han sido para Aimar, pero sin mayor importancia».
De cara al domingo, el tres veces campeón manomanista entiende que las fuerzas están muy parejas y que la txapela se decidirá por pequeños detalles. «Los dos están con mucho juego y el que mejor esté en la cancha, el que mejor goce la pelota, será el que lleve el partido adelante. Son los dos números uno, con mucha diferencia además, y al final va a ser una final decidida por pequeños detalles, que son los que más hay que cuidar».
Sobre las posibles claves de la final, Eugi entiende que, sobre todo, Martínez de Irujo debe «restar bien y luego trabajar mucho el tanto. Llevar la inciativa es importantísimo pero también sufrir cuando no sea así».
En cuanto al material, el de Agoitz no se encontró nada sorprendente en el cestaño. «Es lo de siempre, se habla mucho del material pero luego cada uno coge el que le interesa y punto. En partidos Aimar ha sacado pelota mucho más viva que la de Juan, cuando parecía que tenía que ser al revés. En el suelo, el material escogido por Aimar Olaizola es mucho más vivo».
