Miren Aranoa, Maiorga Ramirez | Coordinadora de EA y Portavoz en el Parlamento de Nafarroa
Es momento de derruir muros y de construir puentes
En Eusko Alkartasuna vemos urgente trabajar por activar un gran acuerdo que sustancie la realidad plural que reclama un cambio en profundidad
Los últimos años están siendo especialmente duros para nuestra economía y para el desarrollo de nuestra sociedad. Las cifras del paro han alcanzado el récord de 58.000 desempleados; las personas jóvenes sin trabajo en 2006 rondaban el %12, ahora el %43 de la juventud se encuentra sin trabajo; una cifra que en los dos últimos años ha tenido una subida del 16%; desde 2011 el Gobierno de UPN ha destruido más de 1.600 empleos públicos; solamente en lo que llevamos de año hay más de 5.500 trabajadores afectados por un ERE; más de 60.000 personas viven en riesgo de pobreza y exclusión, muchas, menores de 16 años. La desestructuración de nuestro tejido socioeconómico avanza a velocidad de vértigo.
Los navarros y navarras llevamos demasiado tiempo conviviendo con una situación de emergencia social. Esta grave situación es fruto del modelo excluyente, clientelista, opaco, retrógrado y caduco de la derecha navarra. UPN ha hecho que la corrupción sea la insignia de Nafarroa. Por eso mismo, hoy, es más indispensable que nunca poner fin al modelo que lleva imperando en nuestro territorio durante los últimos 30 años. El hartazgo social es palpable, y por ello, decimos que es el momento de articular el cambio económico, social e institucional que tanto ansían todas las navarras y navarros. La sociedad urge un cambio que resuelva sus problemas, que anteponga la ciudadanía a los intereses partidistas y clientelistas. Debemos derruir muros para construir puentes.
Los muros artificiales construidos por el régimen UPN-PSN para impedir espacios de colaboración con los demás territorios de Euskal Herria -el ejemplo más sangrante es que han preferido terminar con Caja Navarra antes de unirse con las cajas vascas-, así como la bunkerización de las instituciones, sellando cualquier trecho que facilite la participación ciudadana, son totalmente perjudiciales para la superación de la actual situación económica y social. Impiden hacer frente a los retos de la sociedad actual y dificultan un desarrollo próspero de Nafarroa. El régimen PSN-UPN se ha empeñado en borrar los restos de la identidad histórica de Nafarroa, haciendo desaparecer todo resquicio de autonomía. Cada vez es más evidente que en el marco jurídico político actual nuestras instituciones no disponen de las herramientas y de la capacidad de decisión necesarias para crear un modelo propio que haga frente a la crisis. Nuestras manos se encuentran atadas, sin espacio de movimiento para hacer frente a las imposiciones de Madrid.
Sin embargo, cada día tenemos más claro que reivindicar nuestra soberanía e impulsar una relación normalizada con el resto de territorios que conforman Euskal Herria es imprescindible para voltear la situación actual.
En ese sentido, queda de relieve la importancia del momento político actual que vivimos en Nafarroa, y por ello, en Eusko Alkartasuna vemos urgente trabajar por activar un gran acuerdo que sustancie la realidad plural que reclama un cambio en profundidad. Todas las fuerzas progresis- tas, de izquierdas y abertzales tenemos la obligación de atender a la demanda social y unir fuerzas para hacer frente a esta situación de emergencia. El cambio vendrá de construir amplios consensos, mediante el trabajo colectivo entre las instituciones, agentes sociales y ciudadanos. Uno de nuestros principales retos es conformar esa mayoría social que impulse el cambio.
En los últimos años se han dado importantes pasos hacia la unidad de fuerzas abertzales, de izquierdas y progresistas, y a lo largo de todo el proceso de búsqueda de acuerdos EA ha hecho frente a situaciones políticas muy complicadas y controvertidas. Sin embargo, la firmeza con que EA ha defendido sus principios ideológicos y sus compromisos éticos ha sido fundamental, como también lo ha sido nuestra apuesta por la suma de fuerzas y por la búsqueda de puntos en común. Esa es la clave de futuro para el conjunto de Euskal Herria.
Por ello, seguiremos trabajando para fortalecer el cambio y articular amplios consensos en la calle y en las instituciones, como lo hicimos en el Gobierno tripartito, único Gobierno plural que ha existido en las últimas décadas. Nos reafirmamos en nuestra apuesta de forma inequívoca por EH Bildu como la mejor y única herramienta para el cambio, porque somos conscientes de que corresponde a las fuerzas abertzales atender y dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía; así como garantizar el derecho a decidir que tienen los navarros en todos los ámbitos; tanto políticos como socioeconómicos.