Cientos de personas se echaron ayer a la calle en Ugao para mostrar su rechazo a las prospecciones sísmicas llevadas a cabo por la empresa TESLA, y a la aplicación de la técnica de fracturación hidráulica o fracking en la que podrían desembocar las pruebas llevadas a cabo en los últimos meses en el permiso denominado «Saia», que afecta a pueblos como Orozko, Laudio, Arrankudiaga, Arrigorriaga o Galdakao, entre otros.

Varias columnas partieron horas antes de que comenzara la marcha desde pueblos cercanos. En torno a 200 personas se acercaron en una marcha ciclista desde Laudio, y otras 150 se sumaron desde Zeberio, acompañados de tractores y todoterrenos en los que se podían leer mensajes contra el fracking.

Con algo de retraso la marcha inició su trayecto tras una pancarta en la que se leía «Sismikarik ez, ez Saian ez inon. Fracking ez». La cabeza de la manifestación avanzó acompañada de una torre de fracking llevada en volandas por varios jóvenes con máscaras de gas y con otro caracterizado como un gran empresario, llevando de su mano a dos «muertes» con sus respectivas guadañas.

Acompañados de un sol de justicia, los manifestantes entonaron lemas como «Ez, ez, ez, fracking-ari ez!», «Amalurra defenda dezagun» o «Ez hemen ez inon, fracking ez!». A lo largo de todo el recorrido, recibieron también gestos de apoyo de vecinos y comerciantes.

«Consecuencias irreversibles»

Al término de la marcha, dos jóvenes tomaron la palabra para recalcar que se oponen de manera clara al fracking porque «tiene unos efectos muy negativos y agresivos para el medio ambiente y la salud en general y consecuencias irreversibles para el territorio. No estamos dispuestos a que contaminen nuestra agua, nuestro aire y a nosotros mismos para que unos pocos hagan dinero sacando un gas que no nos va a solucionar nada».

«Hace tiempo que llevamos viendo como SHESA, una sociedad pública dependiente del Gobierno Vasco, se dedica a impulsar el fracking por Euskal Herria -añadieron-. Ya conocemos cuáles han sido y son sus intenciones. Ahora, esta amenaza nos ha llegado a nosotros. Hemos visto cuál ha sido su actuación: la imposición, el engaño y la casi nula transparencia».

A pesar de reconocer que «en los próximos meses o incluso años puede que no veamos movimientos», animaron a la ciudadanía a seguir peleando e informando sobre el fracking: «Hemos empezado fuerte y les hemos dado guerra, pero queda un largo camino».