Nafarroa es un territorio con una extensa masa forestal, pero con pocos bosques antiguos como los existentes en Centroeuropa, que han permanecido inalterados a lo largo de los siglos. Sí alberga numerosos árboles «viejos», de importante valor medioambiental.

El concepto de árbol «viejo» se puede entender de maneras diferentes, una de ellas de forma objetiva, según la especie y los años que tiene. Por ejemplo, un álamo blanco o un chopo son viejos con 50 años, pero a un roble «hay que pedirle bastantes más», explica a Efe Mikel Belasko, de la Asociación de Amigos de Árboles Viejos de Navarra.

Belasko subraya que Nafarroa cuenta con una notable masa forestal, pero «lo que no tenemos es mucho bosque viejo», porque ha habido durante siglos un aprovechamiento de los montes que ha hecho que no queden, como ocurre en países como Polonia o Rumanía, bosques «primarios», prácticamente inalterados. Se conservan en la reserva de Lizardoia, en la zona de Irati, o en Aztaparreta, en Belagoa, algunos que «se parecen algo» a las masas boscosas primarias de Centroeuropa, pero que «no llegan a eso».

Sí se encuentran árboles muy antiguos dispersos, como hayas que alcanzan los 400 años, y robles que superan con mucho esa edad, explica Mikel Belasko.