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análisis | políticas anti-crisis en el estado español

1.900 millones para España

Los autores consideran que la ayuda al Estado español con motivo de la Iniciativa de Empleo Juvenil es considerable, pero resulta ridícula si se la compara con los fondos que se han destinado para el rescate de los bancos españoles. Lamentan la insuficiencia de las ayudas, sin indicar que no es más que la consecuencia de haber aceptado las ingentes ayudas a la banca española.

EKAI Group

Los medios de comunicación españoles han dado un amplio eco a la decisión adoptada por el Consejo Europeo celebrado en Bruselas los días 27 y 28 de junio de dar el visto bueno a la denominada Iniciativa sobre Empleo Juvenil con un desembolso de 6000 millones de euros, ampliables quizás hasta los 8.000. En concreto, se han repetido los titulares aludiendo a que, de los indicados 6.000 millones, a España le corresponderán 1900 millones. Más de un medio de comunicación ha utilizado precisamente este titular: «1900 millones para España».

Como suele ser habitual, esta noticia ha conseguido titulares sucesivos en las distintas fases del proceso. En el momento en que surge la iniciativa, cuando Francia y Alemania acuerdan apoyarla o cuando el Consejo Europeo le da el visto bueno.

La canciller Anjela Merkel ha llegado incluso a afirmar que «6000 millones es una cifra impactante». Quizás esta afirmación se hubiese podido entender en otro contexto en el que el desempleo juvenil no fuese tan dramático como lo es en el momento actual en los países periféricos europeos. Y, sobre todo, en un contexto en el que no tuviésemos en cuenta las cifras que la Unión Europea (UE) está destinando al rescate bancario. Porque, si lo hacemos, nuestra preocupación -o indignación- ante lo que está sucediendo en Europa puede adquirir cotas también «impactantes».

Digámoslo claramente: Las cuantías de esta Iniciativa de Empleo Juvenil para España son ridículas comparativamente con las concedidas para el rescate a la banca. Sin embargo, es importante resaltar que, en realidad, Merkel tiene razón cuando indica que 1900 millones de euros es una cuantía «impactante» («impressive» en la versión inglesa de sus declaraciones). Lo que ocurre en realidad no es que estas cifras sean escasas, sino que son las cifras del rescate bancario las que resultan disparatadas.

Como es habitual en España, el problema bancario se esquiva escrupulosamente en las declaraciones de los partidos políticos y medios de comunicación y, como siempre, los pocos que se atreven a decir con claridad que los 1900 millones destinados a la Iniciativa de Empleo Juvenil son, comparativamente, una cantidad simbólica, evitan cuidadosamente ir al centro de la cuestión. Incluso ellos se limitan a lamentarse -otra vez- de la insuficiencia de las ayudas europeas sin indicar claramente que esto no es más que una consecuencia de las decisiones políticas de haber aceptado las ingentes ayudas recibidas por la banca española.

Como el Partido Socialista propuso hace unos pocos meses, la solución razonable para el Estado español no radica en quejarse -una vez más- de la insuficiencia de las ayudas europeas. Si realmente se entiende que necesita mayores ayudas para impulsar su economía real, lo que procede es utilizar para ello -en la medida en que sea posible- las ayudas recibidas por los bancos españoles. En concreto, como planteaba el PSOE, los 60.000 millones que aún no se han utilizado de los 100.000 aprobados por el Eurogrupo en 2012. Como anticipábamos también entonces, no parece que esta propuesta del PSOE esté dando más de sí, por la dificultad política y de contexto en que se planteó. Pero el fondo de la cuestión es, precisamente, éste: España carece de autoridad moral para solicitar más ayudas a Europa por haber aceptado estas ingentes ayudas a los bancos españoles.

El desequilibrio entre las cifras que Europa está destinando a los países periféricos en ayudas para el fomento de la economía real y en ayudas al sistema bancario es evidente. Desde nuestro punto de vista, es esencial que la conclusión no sea, como es habitual en España, una permanente crítica hacia Europa por no conceder más ayudas o por exigir contrapartidas excesivas o inadecuadas a las mismas. El Estado español está obligado a adoptar una postura autocrítica y la clase política debe explicar con claridad al pueblo lo sucedido. Esto es, que si España carece de autoridad moral para exigir más ayudas a Europa, ello se debe a que este país ha aceptado destinar al sector bancario las inmensas ayudas que se han recibido hasta ahora.

Pero, lamentablemente, nada de esto sucederá. Ni se reconocerá el error de haber aceptado estas impresionantes ayudas a la Banca española (por un importe cercano al 35% del PIB español) ni se replantearán estas políticas de aquí al futuro y ni siquiera se llevará adelante la idea del Partido Socialista de destinar a la economía real al menos una parte de los 60.000 millones pendientes de desembolso de los 100.000 millones concedidos a los bancos españoles por el Eurogrupo. Como sabemos, ni los partidos políticos españoles ni los medios de comunicación son capaces de liberarse de su dependencia del sistema bancario.

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