«Nos hemos puesto en contacto inmediatamente con las autoridades americanas en Washington y en Bruselas y les hemos puesto frente a las informaciones de prensa. Nos han dicho que verificarán la exactitud de las informaciones publicadas ayer y que se dirigirían de nuevo a nosotros», anunció ayer la Comisión Europea en un comunicado, dando cuenta de su reacción ante las revelaciones sobre el espionaje de EEUU a la Unión Europea.

El programa espía de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad) también tiene como objetivo la UE, según reveló el diario alemán «Der Spiegel» basándose en documentos confidenciales a los que ha podido acceder gracias a las filtraciones del extécnico de la agencia Edward Snowden, que destapó el caso de espionaje masivo en las líneas telefónicas y en internet.

La comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, aseguró que «entre socios, no se espía», y advirtió de que el caso puede afectar a la negociación de un acuerdo de libre comercio entre la UE y EEUU

«No se puede negociar sobre un gran mercado transatlántico si hay la menor duda de que nuestros socios dirigen sus escuchas hacia las oficinas de los negociadores europeos».

Desde Berlín, la ministra alemana de Justicia, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, también afirmó que «es necesario que la parte americana nos explique inmediatamente con detalle si estas informaciones de prensa a propósito de escuchas clandestinas totalmente desproporcionadas por parte de EEUU en la UE son exactas o no».

«Excede a todo lo imaginable que nuestros amigos de EEUU miren a los europeos como enemigos», afirmó la ministra, para quien tales informaciones, de ser ciertas, recuerdan a lo que fue el proceder «entre enemigos» durante la guerra fría.

La Fiscalía alemana investiga

Según «Der Spiegel», la Fiscalía alemana investiga si la NSA incurrió en delitos contra el derecho a la privacidad con la observación, control y almacenamiento de datos personales de ciudadanos alemanes. El diario informó de que la NSA considera a Alemania como «objetivo prioritario» de sus operaciones de vigilancia, que alcanzan al Gobierno y ala Cancillería de Angela Merkel.

En opinión del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, «si esto se confirma se trata de un inmenso escándalo. Eso dañaría considerablemente las relaciones entre la UE y EEUU».

En el Estado francés, el ministro de Exteriores, Laurent Fabius, criticó que «si se confirman, estos hechos serán totalmente inaceptables» y pidió explicaciones a la Casa Blanca. «Esperamos que las autoridades americanas disipen en el plazo más breve las legítimas preocupaciones suscitadas por las revelaciones de la prensa», afirmó.

El consejero adjunto de Seguridad Nacional de EEUU, Ben Rhodes, se limitó a señalar que los europeos son «los más próximos aliados en materia de inteligencia». Washington dijo que tratará a través de los canales diplomáticos convencionales las peticiones de explicaciones de la UE, según la Oficina del Director de la Inteligencia Nacional, que añadió que «no vamos a hacer comentarios públicamente sobre supuestas actividades específicas de inteligencia, pero ya hemos dejado claro que es habitual que EEUU recopile información de inteligencia sobre el extranjero como hacen todos los países».

Según «Der Spiegel» el programa no solo consistía en micrófonos instalados en la sede de la UE en Washington, sino también en la infiltración en la red informática que le permitía leer correos electrónicos y documentos internos. La representación de la UE en la ONU, e incluso Bruselas fue vigilada de la misma manera, según los mismos documentos que designan a los europeos explícitamente como «objetivos a atacar».