Los países del Golfo presionaron ayer a la Unión Europea para que amplíe su ayuda a los rebeldes sirios y les proporcione armas frente al régimen de Bashar al Asad, mientras que la UE insistió en la necesidad de una solución política.

Tras una reunión en Manama entre el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y la UE, el titular de Asuntos Exteriores bareiní, Jaled bin Ahmed bin Mohamed al Jalifa, señaló en una rueda de prensa conjunta con la jefa de la diplomacia europea, Catherine Asthon, que los países del Golfo quieren que la UE desempeñe un mayor papel en el apoyo a las fuerzas contrarias al presidente sirio y no solo aportando ayuda humanitaria.

De esta forma, el CCG -que integran Bahrein, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos- quiso presionar a la UE para que comience a armar a los insurgentes.

Sobre el terreno, ayer los combates fueron especialmente intensos en Homs, según fuentes de la oposición, que afirmó que la artillería y la aviación bombardearon por segundo día consecutivo las posiciones de los insurgentes en la ciudad.

Añadió que en todo el país se produjeron más de cien muertos.