Todavía no se conoce el cartel musical de Aste Nagusia, tampoco se han prodigado las filtraciones periodísticas al respecto, pero lo cierto es que existe un movimiento ciudadano en contra de que el parque Europa acoja el principal escenario. Se oponen los vecinos del entorno, ecologistas, grupos de la oposición y Bilboko Konpartsak, aunque los agentes festivos estiman que la polémica provocada por el Gobierno Azkuna tiene otro objetivo: la desaparición de los conciertos gratuitos de calidad.

El Consistorio habló hace algunas semanas de que iba a mantener un diálogo con distintos sectores para buscar el emplazamiento más idóneo. En medio, el alcalde dejó bien claro que se ubicarían en Txurdinaga y ayer, después de una comisión en la que se transmitió la firme decisión a la oposición, el director del Gabinete de Alcaldía, Andoni Aldekoa, acompañado de la edil Itziar Urtasun, informó de lo que era un secreto a voces.

El Ayuntamiento apuesta por Txurdinaga -donde los técnicos llevan días analizando dónde emplazarán las tomas eléctricas- ante la «ausencia de alternativas reales». Desechan la propuesta de las comparsas del parque de Etxebarria, aduciendo diversas afecciones. Aldekoa dijo que, para optar por esa solución, «habría que sacar ya sean las barracas o los fuegos artificiales del recinto». No solo por aforo sino por seguridad, añadió, ya que «los fuegos artificiales necesitan ciertas distancias de seguridad que no se podrían respetar y además, desde el punto de vista de una evacuación, es insostenible, como pasaba con la plaza del Gas».

Los responsables municipales pidieron a los vecinos -un centenar de ellos se concentraron en el exterior de la casa consistorial en contra de la medida- que realicen «un ejercicio de solidaridad para que la ciudad pueda ofertar a todos los sectores sociales unas fiestas a la altura de la villa». «No queremos suspender los conciertos de ninguna de las maneras, y podemos asegurar el respeto y la reposición del parque Europa, la única alternativa técnicamente posible que no suponga un impacto económico desproporcionado al Consistorio», concluyó Urtasun.

Bildu y PP advirtieron de que los conciertos en Txurdinaga serán cuatro, cuando en Botica Vieja, en 2011, fueron ocho. Las comparsas habían alertado de la merma de la oferta y de que se busca «crispar» a los vecinos para eliminar los conciertos.