La asociación de madres y padres de Etxaurren Ikastola, situada en el municipio de Aiara, se acercaron ayer a Gasteiz para reclamar la suspensión en zonas rurales de una polémica circular del Departamento de Educación de Lakua que deja sin derecho a transporte escolar a los alumnos que residen a menos de dos kilómetros del centro público que les corresponde. La medida ha afectado ya el pasado curso a ocho niños y niñas, que se consideran «no transportados» y como tal tampoco tienen subvención por hacer uso del comedor escolar.

Las familias señalan que Lakua no ha tenido en cuenta la situación geográfica de Etxaurren Ikastola, que se encuentra entre las localidades de Arespalditza y Menagarai, en medio de la A-624. Una zona peligrosa sin aceras ni farolas, por la que transitan vehículos a gran velocidad, tal como denunciaron las familias afectadas, que se concentraron ayer frente a la Delegación Territorial de Educación para reclamar transporte y comedor en las zonas rurales.

Nortxu Iturrioz, una de las madres afectadas por el tijeretazo, señaló que la Ertzaintza ha reconocido que se trata de una zona muy peligrosa para los usuarios de la ikastola, a la que acuden alumnos de primaria e infantil. «Nuestra situación no es la misma que la de las familias de Amurrio, donde los alumnos que viven a menos de dos kilómetros del centro escolar pueden ir andando a la ikastola», explicó.

Cabe señalar que el municipio de Aiara está formado por 24 núcleos de población dispersos. «En un entorno rural como el nuestro no puede valorarse la distancia que separa la vivienda del centro, porque si no tienen autobús la única salida posible es utilizar el vehículo privado y eso castiga a las familias con más gastos, más peligro en la carretera y más problemas para conciliar la vida laboral y familiar», afirmó la asociación de madres y padres. Recordó que el Consistorio y la dirección de la ikastola ya han hecho llegar la problemática a Lakua.

La circular se aplica ya en un itinerario y «discrimina a parte de los alumnos por una cuestión de kilómetros cuando las necesidades son las mismas para todo el alumnado. [...] Pedimos que estudien en profundidad la discriminación que genera este medida y se deje de aplicar en las zonas rurales».

Carta a la consejera

Estas peticiones están sobre la mesa de la consejera de Educación, Política Lingüística y Cultura, Cristina Uriarte. En una carta fechada el pasado 15 de abril la asociación le solicitó que estudie la problemática existente en Aiaraldea, y le rogó que «entienda que restar calidad a la escuela rural repercute en la merma de la calidad de vida de los vecinos de esos núcleos y vacía nuestras escuela, uno de los vínculos de comunicación y relación entre los residentes en los pueblos de Ayala».

De momento, a los alumnos afectados se les autoriza a utilizar el autobús si hay plazas, pero temen que la circular pueda aplicarse a más itinerarios.