Finalmente habrá junto al Arga un espacio para los movimientos populares reunidos en Gora Iruñea. Este año sí. Por encima de las trabas, las provocaciones y las dilaciones, se ha logrado y esta victoria tiene muchas lecturas, pero no llegaría- mos muy lejos si no la situáramos en el tiempo de terremotos sociales que atraviesa Nafarroa. La crisis está golpeando al régimen navarroespañolista y el alcalde Maya es uno de los más zarandeados por este viento huracanado de indignación.

En este clima, con Barcina enfrentada a un más difícil todavía en su particular reto acrobático para seguir aferrada al cargo y con los que de verdad cortan el bacalao muy pero que muy preocupados, hay que situar estos sanfermines 2013.

Habrá quien diga que no hay por qué exagerar la importancia de que Gora Iruñea haya logrado este espacio. Después de todo, es lo más normal del mundo que un organismo popular que cumple las condiciones legales pueda hacerlo. De acuerdo, pero estamos hablando de Iruñea, el laboratorio de la «democracia autoritaria» navarroespañolista y aquí hasta el más insignificante agujero ha sido convertido en trinchera en la guerra contra los movimientos populares. La intransi- gencia navarroespañolista ha cerrado una puerta tras otra, ha perseguido peñas, olentzeros, euskaltzales, feministas, estudiantes, profesorado, luchas laborales.... Han prohibido desde presentaciones de libros (doy fe) hasta actuaciones de payasos, pasando por verbenas, actos de personas jubiladas, obras de teatro, comidas populares, concentraciones silenciosas, almuerzos... todo lo que se os pueda ocurrir está en la lista de prohibiciones de quienes nos gobiernan.

Ahora que la posibilidad de generar adhesiones con el «navarrismo del bienestar» se ha venido abajo, cuando el régimen ofrece su peor cara de la mano de ERE, dietas, recortes, corrupción e intransigencia, vuelve el «que vienen los vascos». Si no puedes seducir ni convencer, hay que generar miedo, han debido pensar.

Navarra corre peligro de ser no ya anexionada sino destruida por el pérfido nacionalismo vasco. Nos lo dice una y otra vez Maya, aunque en realidad se esté hablando de sus dietas. Y nos lo repite la vizcaina Yolanda Barcina que, siguiendo la paranoia navarroespañolista, ha preferido presentarse como burgalesa.

Y en este contexto, lo que sería una noticia de relativa importancia adquiere un significado imposible de ocultar. Sí, Gora Iruñea tendrá su espacio festivo pero, sobre todo, el espacio festivo en general reflejará el hastío ante la corrupción navarroespañolista. En estos sanfermines se va a palpar, sin duda, el anhelo de cambio, mientras unas cuantas personas se enfrentan a la amenaza de ser encarceladas por su activismo político y los movimientos sociales preparan nuevas murallas humanas.

Hay quien piensa que la contienda política y las demandas sociales quedan suspendidas en sanfermines. ¡Cuánta ingenuidad! Nunca ha sido así y este año menos.

Con quienes faltan siempre en nuestra mente y en nuestro corazón, Gora Iruñea!