Raimundo Fitero
Obstrucción
Si todo lo referente a los asuntos de la esposa de Iñaki Urdangarin y del negocio totalitario de su suegro escapa de cualquier comprensión paternalista de la impunidad a lo jeque árabe del petróleo que tiene esa corona, ya que no se puede estar cayendo en mayores contradicciones y utilizando los resortes de varios ministerios para instaurar la gran mentira, mientras el cuñado de Urdangarin va paseando su barba y a su periodista por el mundo en representación del propio Estado español, ¿nombrado por quién?
Toda la mandanga del 14Z, ¿no es claramente una obstrucción? El que desaparezca, destruido de manera consciente y alevosa, el registro de entradas de visitas a la sede central del PP en la madrileña calle Génova pedido por el juez Ruz por el caso Bárcenas, ¿no es una obstrucción a la justicia con destrucción de pruebas? O, ¿cómo se debe llamar a que se hayan destruido las cintas de vídeo grabadas durante los interrogatorios de varios ciudadanos vascos que eran pruebas capitales para una denuncia de torturas y malos tratos sufridos en una comisaría de la Ertzantza?
Estas obstrucciones, además, se explican y justifican públicamente, lo que sirve para sentirse todavía más maltratados y engañados de manera individual y colectiva. Como el ministro García Margallo que en su púlpito de «Los desayunos« de TVE, justo a la mañana siguiente del caso Evo Morales, justifica la actitud del reino de España y confiesa con imprudencia que «sí, nos habían informado de que estaba Snowden en el avión». Es decir si no lo dimiten es que sirve al Imperio perfectamente. Rajoy está haciendo una política de desencuentros con los gobiernos del sur de América muy suicida. ¿Existe el día de los idiotas o lo es cada día del año en el calendario mariano?