El objetivo del proyecto Hiriko era iniciar la producción en el primer trimestre de 2013, pero hasta la fecha solo se ha podido ver el prototipo que a comienzos de 2012 presentaba en Bruselas su presidente, Jesús Echave, en representación del consorcio formado por las empresas Guardian, SAPA, Forging Products, Mase-Mic, TMA, Ingeinnova y BRW-Basque Robot-Wheels, que trabajaron sobre un prototipo ideado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).

En su presentación, Echave afirmó que este vehículo «no solo es un proyecto industrial y tecnológico de máximo nivel», sino que «ofrece soluciones en materia de movilidad urbana, empleo y cooperación empresarial».

Sin embargo, hace escasas fechas, los trabajadores denunciaban las presuntas irregularidades cometidas en la gestión de un proyecto que ha recibido importantes subvenciones públicas. En concreto, el Gobierno español inyectó unos 15 millones de euros y el Gobierno de Gasteiz, otros 2,7 millones.

La Fiscalía de Araba ya ha abierto una investigación oficial para analizar la actuación de este grupo de empresarios estrechamente ligados al PNV, según algunas fuentes, que añaden que esa afinidad habría sido determinante para que el PNV «arrancara» al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero la subvención económica a cambio de brindarle su apoyo en el Congreso.

Ante estas informaciones, el grupo parlamentario EH Bildu ha reclamado al Gobierno de Gasteiz que aclare su gestión en torno al coche eléctrico Hiriko, colabore con la Fiscalía y estudie recuperar el dinero público invertido.

Además, EH Bildu pide a la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, que explique en el Parlamento las presuntas irregularidades detectadas.

En un comunicado, EH Bildu señala que es imprescindible que el Gobierno de Gasteiz «aclare su actuación en el asunto y la gestión que ha hecho del dinero de la ciudadanía de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa», al considerar que «estamos ante un proyecto empresarial privado que ha obtenido un rotundo fracaso tras haber sido financiado casi en exclusiva con dinero público».

El proyecto Hiriko, «impulsado por empresarios de la órbita del PNV y apoyado económicamente por gobiernos del PNV, igual que ocurrió también con Epsilon -añade EH Bildu-, refleja a la perfección cuál es el modelo de gestión que el PNV ofrece a la sociedad vasca, un modelo que prima el negocio y el beneficio privado de determinados círculos y amistades», en lugar de «incentivar únicamente proyectos pegados al suelo, asentados en parámetros que certifiquen la viabilidad del negocio y garanticen la creación de riqueza para la sociedad y no solo para unos cuantos bolsillos cercanos a Sabin Etxea».