Opositores birmanos pidieron ayer al presidente, Thein Sein, que «transforme sus palabras en hechos» y libere a todos los presos políticos. «Garantizo que a finales de este año no habrá más presos de conciencia en Myanmar», aseguró Thein Sein el lunes durante una visita a Londres. Desde la disolución de la junta militar en 2011 se han producido varias liberaciones de disidentes, pero el exgeneral ha sido acusado de usar estas amnistías para ganar el favor de los capitales extranjeros a la hora de intercambios diplomáticos. «El presidente es muy bueno en las relaciones públicas, pero no debe pasar de las palabras a la acción», dijo Bo Kyi de la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos), que señaló que todavía quedan más de 150 presos de conciencia.