Anjel Ordóñez Periodista
Las dietas de Barcina, catedrática de nutrición
El teniente fiscal del Tribunal Supremo, Antonio Narváez, se muestra contrario a procesar a la presidenta del Gobierno de Nafarroa, Yolanda Barcina, por el caso de las dietas de Caja Navarra. Narváez no ve «indicios racionales de criminialidad», en contra de la opinión de la jueza de Iruñea, María Paz Benito, que investigó el caso. ¡Caramba! El fiscal pone el acento en que Barcina ha devuelto las dietas cobradas y considera esta actitud «prueba de la ausencia de culpabilidad en su actuación». ¡Caracoles! Narváez también se apoya en la jurisprudencia marcada por el caso de los trajes del expresidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, del que finalmente salió absuelto. ¡Hostia fina mandarina!
Vamos a ver. Antonio Narváez ocupa su puesto de fiscal del Tribunal Supremo desde hace bien poco, fue nombrado en mayo. Antes era Fiscal Jefe de la Sala Contencioso-Administrativo, plaza en la que despuntó por su aplicación de la llamada Ley de Partidos Políticos, en los sucesivos procesos de ilegalización incoados para impugnar candidaturas de la izquierda abertzale. A Narváez lo propuso al cargo el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce (éste fue crítico de cine en la revista Telva, que recomienda el blanco para el otoño y con el número de agosto regala una maxibolsa de playa). Y a Torres-Dulce lo nombró el Rey -el suegro de Urdangarin- a propuesta del Gobierno de España, que dirige Mariano Rajoy, el de los SMS de ánimo a Bárcenas. De Bárcenas no diré nada, salvo que sigue en Soto del Real. Pero sí del Borbón, que mata elefantes y que también nombró al presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, militante del Partido Popular, el de Rajoy y Bárcenas, y responsable, entre otras cosas, de que Arnaldo Otegi siga prisionero por defender los derechos de Euskal Herria. Vaya tela. A ver si lo aclara Wikipedia. Separación de poderes: «Ordenación y distribución de las funciones del Estado, en la cual la titularidad de cada una de ellas es confiada a un organismo público distinto». Ahora sí.
A Barcina le preguntaron hace poco por el «operativo» que colgó la ikurriña en el txupinazo de San Fermín: «¿Cómo ha sido posible?». Y respondió: «Es mucho más fácil ser malo». Gran verdad.