Regreso del Paiju Peak Surf
Iņurrategi, Vallejo y Zabalza quieren volver a intentarlo
Dicen que el mal tiempo y una estrategia equivocada les dejó sin cumbre y esperan tener otra oportunidad.
GARA | BILBO
Sanos y salvos, los tres integrantes de la expedición al Paiju Peak están de vuelta en casa. Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza, los tres montañeros del equipo Basque Team, comparecieron ayer en Bilbo ante los medios de comunicación para narrar su experiencia: un novedoso intento de conquistar una montaña de 6.610 metros, que se ha visto frustrado por la imposibilidad de mantenerse más de dos días colgados de una pared vertical, soportando ventiscas acompañadas de nevadas ininterrumpidas.
En el que ha constituido su sexto proyecto conjunto, se proponían coronar la inexplorada cara sur del Paiju Peak, un coloso con un enorme desnivel de más de 3.000 metros desde su base, con un pilar vertical de más de 1.000 metros que implica vivaquear en la misma pared a medida que se asciende, en el llamado estilo cápsula -instalación de campamentos colgantes mientras se progresa en altura-.
Iñurrategi iniciaba ayer la rueda de prensa con un ejercicio de autocrítica. «Las cosas no nos han salido como queríamos. El 3 de julio con todo el equipo a cuestas y la comida para 14 días entramos en la pared sur del Paiju Peak con intención de escalarla, más bien de abrirla, y día a día las condiciones en la montaña iban empeorando; avalanchas, la pared cada vez más blanca y los partes de tiempo no nos daban esperanzas. Se alejaba la posibilidad de hacer cumbre y empezamos a conformarnos con alcanzar la cima del pilar. Pero la pared se puso imposible y está claro que no acertamos con la estrategia. Es un proyecto de una gran envergadura y quizás hubiéramos necesitado intentarlo en un estilo algo menos ligero, con algunos metros más de cuerda fija para hacerlo con más rapidez».
Confiando en volver
El atxabaltarra admitió que asumieron el riesgo de adentrarse por terreno inexplorado y no les salió bien. «El objetivo, sin embargo, es bonito y merece la pena intentarlo de nuevo. Así que hemos dejado parte del material en Skardu porque queremos volver el año que viene». Mikel Zabalza confirmó las palabras de su compañero: «Tenemos buena parte del camino adelantado. La pared es enormemente atractiva con un pilar muy bien defendido. Caen dos o tres avalanchas diarias; la verdad es que nos caían muy cerca. Y a la izquierda una inminente cascada de seracs. Esto da una idea de lo intimidante del entorno. Es un Capitán metido en el Karakorum, una escalada artificial de Big Wall mezclada con escalada libre y eso sumado al hecho de que no teníamos nada de información y de que íbamos abriendo la vía dificultaba el avance», definió el navarro.
«Quizás fuimos demasiado optimistas», intervino el alavés Juan Vallejo «y atacamos la pared en un estilo demasiado ligero. Algo más de cuerda para hacerlo más rápido y ganar días habría sido más acertado pero cuando vas a lo desconocido a veces aciertas y otras no. Me quedo con que es un objetivo de gran envergadura y merece la pena volver a intentarlo».
El pilar sur ha quedado pendiente como un desafío para el futuro. La cordada vasca no ha podido confirmar el regreso, pero casi lo han dado por hecho ante sus ganas de regresar y el apoyo recibido por los representantes de sus patrocinadores, el también montañero Juanjo San Sebastián, de Kutxabank, y Antonio Oña, de Energía de Portugal (EDP), con ellos en la mesa.