La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido que se excluya a Arnaldo Otegi del juicio del sumario 35/02 y que se le aplique la excepción de «cosa juzgada», porque ya fue condenado por «pertenencia a organización terrorista» en el «caso Bateragune». El fiscal Vicente González solicita que tampoco se sienten en el banquillo José Luis Elkoro y Joseba Garmendia, y podría hacer lo mismo respecto a Gotzon Kortazar, una vez se traduzca la sentencia condenatoria en el Estado francés. La decisión responde a la lógica procesal, y habrá quien la exponga para defender la normalidad jurídica de este proceso, pero no hay lógica en todo este sumario ni son criterios jurídicos los que lo guían. Este paso es resultado de la petición que hizo la defensa, ante la que el fiscal tenía difícil oponerse, pero el hecho de que el Ministerio Público pidiera hasta ahora doce años de prisión para el portavoz abertzale indica que el empecinamiento represivo ha primado en este asunto sobre otras consideraciones.

Ha primado, y sigue primando: la solicitud del fiscal sirve para resaltar la injusticia que se va a cometer contra quienes en octubre se sienten en el banquillo de la Audiencia Nacional.