El ministro francés de Interior, Manuel Valls, defendió ayer la prohibición de llevar velo integral en lugares públicos, después de que la Policía arrestara a un hombre que se opuso a que su mujer, que lo portaba, fuera sometida a un control, lo que provocó disturbios durante todo el fin de semana en Trappes, un suburbio de París.

La prohibición, aprobada en 2010 y en vigor desde abril de 2011, prohíbe el burqa y el niqab -prendas que tapan la cara- pero no el velo, mucho más común entre las mujeres musulmanas francesas.

El control policial a la pareja en Trappes provocó violentos enfrentamientos desde la madrugada del sábado y durante todo el fin de semana en este suburbio, que ayer amaneció en calma en medio de un gran despliegue de efectivos de seguridad.