El acto que inaugura la Semana Grande donostiarra correrá a cargo de personas voluntarias que durante todo el año colaboran en la preparación de las fiestas.

Nerea Txapartegi, asesora de Cultura del Ayuntamiento de Donostia, quiso recordar ayer que un grupo de unas 60 o 70 personas trabajan de forma desinteresada para que todo esté listo en el inicio de las fiestas. Con este guiño, el consistorio pretende «reconocer su labor al otorgarles el protagonismo» necesario en este tradicional acto de la capital guipuzcoana y ayudarles también a que disfruten de ese momento. «Se trata de un reconocimiento a la labor que durante tanto tiempo desarrollan, invitándoles a que estén con nosotros ese día y en ese momento tan especial», apuntó Txapartegi. La labor de estas personas, según explicaron en un comunicado, consiste en el apoyo a los grupos de música, comparsas y caldereros, las reparticiones de programa, colocación de vallas, decorar la ciudad o coordinar el trabajo entre distintos grupos de trabajo.

Suceden a la Real

En años anteriors, el honor de cantar el tradicional «Artillero» ha sido para otros grupos destacados de Gipuzkoa, como los jugadores de la Real Sociedad, el Gipuzkoa Basket o las chicas del equipo de balonmano del Bera Bera. Pero no todo han sido equipos deportivos, sino que en esta lista entran también los miembros de la comparsa de gigantes y cabezudos Itzurun o el colectivo por unas fiestas populares Donostiako Piratak.