corrupción en el estado español
Rajoy transige y avanza una comparecencia para dar su «versión»
La petición remitida al Congreso genera sospechas de que intente diluir el debate sobre la corrupción del PP mezclándolo con otras cuestiones
Alberto PRADILLA | MADRID
Después de ocho intentos en los que el PP había vetado las peticiones para que el presidente español, Mariano Rajoy, diese explicaciones en el Congreso sobre el «caso Bárcenas», el jefe del Ejecutivo dio ayer marcha atrás y comparecerá en la Cámara Baja. Así lo anunció ayer en una rueda de prensa celebrada en Moncloa tras el encuentro mantenido con Víctor Ponta, primer ministro de Rumanía. Allí indicó que acudirá al hemiciclo para ofrecer su «versión» sobre las revelaciones de Luis Bárcenas, quien hace una semana presentó documentos para probar la existencia de una contabilidad paralela en Génova. Rajoy se acogerá a la fórmula de la comparecencia voluntaria, que tendrá lugar, previsiblemente, la próxima semana. No obstante, la solicitud remitida al Congreso se parapeta en un genérico «para informar sobre la situación económica y política de España», lo que ha motivado las sospechas de que intente sepultar el debate sobre la corrupción del PP mezclándolo con cuestiones de carácter general. Con su anuncio, el presidente español elude la moción de censura con la que el PSOE le había amenazado en caso en que no se presentase ante la Cámara Baja.
«Ayer (por el domingo) hablé con (Jesús Posada) el presidente del las Cortes para presentar una solicitud de comparecencia a finales de este mes o a principio del próximo sobre la situación económica y política», anunció Rajoy en la primera pregunta de la rueda de prensa, formulada por un periodista rumano que le interrogó sobre sus reticencias a dar la cara acerca del «caso Bárcenas». «También hablaré sobre la cuestión que le preocupa», añadió el presidente español, que en todo momento eludió pronunciar el nombre del extesorero del PP. Más allá de esta declaración de intenciones, Rajoy no respondió a ninguno de los interrogantes formulados por los dos informa- dores españoles como, por ejemplo, por qué envió mensajes de ánimo a su extesorero incluso después de hacerse público que disponía de cuentas millonarias en Suiza.
Sin moción de censura
Pese a que la comparecencia constituye una rectificación, Rajoy mantuvo ayer su mutismo habitual y se escudó en evasivas asegurando que «siempre he dado una respuesta». Incluso quiso desvincular su cambio de actitud de la amenaza de moción de censura planteada por el PSOE y otros grupos de la oposición. No obstante, en los últimos días ya se había especulado con la preocupación de los miembros del Ejecutivo por el impacto que podría tener esta iniciativa en la imagen exterior de Madrid. A ello se le suma el creciente malestar existente entre buena parte de las bases del PP ante la sucesión de escándalos y el silencio de Rajoy.
Mañana, el trámite
La comparecencia ante el Congreso se celebrará la semana que viene, aunque la decisión final se adoptará mañana en la Junta de Portavoces. Tendrá que convocarse una sesión extraordinaria, ya que no estaba previsto ningún pleno. Para evitar una referencia explícita a Bárcenas o a la corrupción, Rajoy se parapetó en la expresión «explicar la situación política y económica y aclarar los temas que preocupan a la opinión pública». Esta última frase desaparece del documento oficial remitido a los diputados en los que se anuncia la solicitud de comparecencia. La omisión de la corrupción como verdadero motivo para la sesión extraordinaria ha generado malestar entre los grupos de la oposición, que temen que el presidente español intente sepultar las explicaciones acerca de Bárcenas con un pleno sobre política general en el que también se abordarán cuestiones como la crisis económica. Por este motivo se había planteado la propuesta de celebrar de un pleno monográfico sobre corrupción. Un planteamiento que ya ha sido vetado por el PP en anteriores ocasiones.
«Esperamos que esa comparecencia sea para hablar del caso Bárcenas y todo lo que rodea este caso, y que no lo mezcle con otras cosas», indicó a la agencia Efe Aitor Esteban, portavoz del PNV. A estas tesis también se sumó Rafa Larreina (Amaiur), quien en declaraciones a Radio Euskadi instó a Rajoy a no «ocultar» la corrupción.
Pese a las quejas, la mayoría absoluta del PP le permitirá definir cuál será el formato de la sesión, por lo que todo apunta que la corrupción del partido de la derecha española será solo uno de los temas a abordar en el pleno.
Los grupos de Bildu y Aralar en el Parlamento de Nafarroa presentaron ayer una solicitud de comisión de investigación para analizar el cobro de sobresueldos por parte de políticos del PP y UPN en el herrialde. Según se indica en el texto, ha quedado acreditado el cobro de sobresueldos por parte de Calixto Ayesa y Elena Murillo a través de Jaime Ignacio del Burgo, así como de Santiago Cervera a través del gerente de la formación unionista en Nafarroa. «El Parlamento de Navarra no debe cerrar sus ojos ante esta situación sino que debe coadyuvar en la clarificación de todos estos aspectos y en favorecer el derecho a la transparencia que corresponde a la ciudadanía y delimitar las responsabilidades políticas pertinentes», señala el escrito, que denuncia que en Nafarroa «estamos asistiendo en primera persona a la constatación de actuaciones encaminadas a procurar mediante abusos inaceptables sobresueldos obtenidos desde la opacidad y la más absoluta falta de transparencia». Cabe recordar que el propio Del Burgo reconoció en su declaración como testigo ante el juez Pablo Ruz que él mismo gestionó el pago de sobresueldos a Ayesa (para compensar su entrada en el Gobierno en 1991) y Murillo. A.P.
Carlos Iturgaiz, presidente del PP de la CAPV entre 1996 y 2004, insistió ayer en rechazar las revelaciones publicadas en diversos medios (entre ellos GARA) en las que se apuntaba a que la sede de la formación en Bilbo fue financiada con dinero negro procedente de donativos ilegales. Unas publicaciones que apuntarían directamente a su mandato ya que, según consta en los papeles aportados por Luis Bárcenas ante el juzgado, los pagos se habrían realizado entre 1999 y 2006, un período en el que el propio Iturgaiz encabezaba la formación. El exdirigente unionista, a través de un comunicado, afirmó que «pongo, no solo una mano, sino las dos, por todos los dirigentes del PP del País Vasco, desde Jaime Mayor Oreja hasta María San Gil y todos los que me acompañaron en la dirección regional en ese momento». Con estas afirmaciones Iturgaiz respondía también al actual presidente del PP en Gipuzkoa, Borja Semper, quien un día antes había afirmado no «poner la mano en el fuego por nadie». Semper realizó estas declaraciones después de que diversos medios se hiciesen eco de las revelaciones de Bárcenas, quien hace una semana aportó ante el juez una carpeta con más de 150 folios en los que se probaría el origen fraudulento de los fondos destinados a pagar la hipoteca de la sede de Bilbo.
«Este partido siempre se financió de las cuantías aportadas por el Partido Popular nacional», aseguró Iturgaiz. Unas justificaciones que van en la línea de lo declarado por otros líderes de la formación en la CAPV como Iñaki Oyarzábal y que tampoco serían incompatibles con las acusaciones, ya que Bárcenas era en aquel momento el encargado de las finanzas del PP y, por lo tanto, quien realizaba las transferencias.«El PP no tenía afiliación suficiente para tener ingresos, ni recursos de donde obtenerlos», argumentó. A.P.
