Mañana subirá el recibo de la luz. Más de un 3% que se suma a las numerosas y cuantiosas subidas de los últimos años. En otros estados de Europa también ha subido esa factura, pero la comparación resulta sangrante: mientras en Alemania la subida en los últimos 12 años sido de un 18% y en el Estado francés de algo más de un 8%, en el Estado español ha llegado hasta el 105% -un 57% desde 2008-. El motivo de esa diferencia abismal no se encuentra en la crisis ni en la situación de las eléctricas, no al menos en que esa situación sea mala, puesto que sus beneficios han ido aumentado sin cesar. Unos beneficios que en los 15 años comprendidos entre 1997 y 2012 y solo en el Estado español han ascendido a alrededor de 47.000 millones de euros, mientras las administraciones han hecho de los recortes la base de su política anticrisis y no parece preocuparles demasiado el claro abuso de esas empresas.

Estos contundentes datos demuestran que las ventajas de privatizar son innegables, para las empresas, claro está. Por lo demás, aquello que los privatizadores repetían sobre mejores y más baratos servicios no solamente era mentira, sino que conllevaba todo lo contrario.