Hay unos chavales, hijos de puta profesionales, que me molan como nadie; son los que gritan socialismo o barbarie. Son metralleta en letra, son los que dicen «terrorismo no es ETA, es Belén Esteban enseñando las tetas». Son Los Chikos del Maíz, a veces Riot Propaganda. Obviamente no, no son de Euskal Herria, si no habrían sido declarados no gratos en «Berria». Como cuando voy de bares, sus temas para mí son clases particulares, ya ves, media vida panza arriba y saco matrícula cum laude. A partir de hoy -dirá alguno- a ver Silver quien te aplaude; tranquilos, tampoco es que vaya buscando aplausos de monaguillos. Jesuitas con Astore, mi misión hoy va a ser sacaros los colores. Al estilo Faluya, plasmo en letras mi opinión antes de que la televisión se apodere de la tuya. Si a alguien ofendo, lo siento, si hablo me critican pero si callo me mata el arrepentimiento.

Nuevo tiempo, tiempo de esperanza, la hipocresía y el amiguismo cotizan al alza. Renunciamos a la lucha armada ¿Para qué? ¿Para continuar la lucha haciendo nada? ¿Lucha institucional? ¡La diputación solo sirve para almacenar amonal! Tú tienes tu visión, yo tengo la mía, ya no molestamos ni en Intereconomía. ¿Somos progres? Perdona cariño, si algo somos somos pobres, aunque más que lucha de clases esto es un baile de disfraces. Despidos masivos, recortes sin sentido, pero pueblo que agacha la cabeza se lo tiene merecido. Me enciendo con poco, si la otra opción es ser un allien yo prefiero ser un loco. Es que ya no entiendo nada ¿Qué sentido tiene ahora tanta sangre derramada? Y robada de una pintada en fiestas de Errentería, guardo una frase para hoy: Bildu españolen morroi. Imposible contentar a encapuchados quien no quiere enfadar a Mariano Rajoy. Tras el cambio todo sigue igual, aquí quien gobierna es la Audiencia Nacional.

Baja todo lo que sube, acabaremos integrando las listas del PNV; como Aintzane Ezenarro, que si hay ceros suficientes entonces me subo al carro. Acusamos de traidor a Patxi Zabaleta y diez años después sus teorías son las nuestras.

Hablemos de sexo, gestionamos carreteras y que les den por el culo a los presos. Condenamos la violencia, ahora somos pacifistas para que no ilegalicen las listas, con sonrisa y complacencia nos prestamos al bukkake ¿Y luego el arrepentido es Balentin Lasarte? Lo dice GARA, ahora todos somos Urrusolo Sistiaga.

Todo va fatal, pero menos mal, la salvación, de repente, es la conferencia de Aiete. No se cómo pero siempre nos la meten, estoy pensando en hacer un pedido a Europa del este. En un momento como este solo sirve un número y es el cuarenta y siete. Aunque haya caído casi en el olvido, me fío más de Argala que de cualquier otro vendido. Ya termino, pero antes lo digo, somos pueblo, no somos partido.

Ahora si queréis, arrancarme el pellejo; me quejo sintiéndome reflejo, no de escaparate si no de espejo.