Este mediodía Lizarra vestirá sus calles de juerga para iniciar siete días de fiesta sin descanso. Desde primera hora, la música se adueñará del ambiente y no lo abandonará hasta el jueves de la próxima semana.

El txupinazo correrá a cargo de la alcaldesa Begoña Ganuza (UPN). Desde el balcón de la Casa Consistorial, se dará inicio a las fiestas y con ello a la barra libre de música y actividades de todo tipo. Los dantzaris de Larraiz e Ibai Ega ofrecerán la Jota Vieja del tradicional Baile de la Era, mientras que gaiteros, txistularis o distintas fanfarres recorrrán las calles de la capital de Lizarraldea.

Quien desee un plan distinto al de bailar y saltar al ritmo de las txarangas, no tardará en encontrar uno de su gusto. Poco después del txupinazo los más valientes se agolparán en el puente de Los Llanos, donde la tradicional cucaña despertará con un chapuzón a más de uno.

Después será hora de reponer fuerzas con una buena comida que permita hacer frente a las largas horas de fiesta que quedan por delante. Los primeros en quemar las energias del almuerzo serán los más pequeños, que tendrán la oportunidad de correr delante de cabezudos y gigantes durante buena parte de la tarde. Hacia media tarde, alrededor de las 18.30 horas, tendrá lugar la tradicional «bajadica del Puy». Es uno de los momentos especiales de las fiestas, celebrado desde mediados del siglo pasado. El pueblo espera el regreso de la comitiva, que viene de cantar las vísperas en la Basílica del Puy. Cuando la corporación llega, dejan pasar a gaiteros y dantzaris para taponar el paso de los mandatarios. El acto, que dura varias horas, nació como protesta a la autoridad y mantiene esa esencia que la hizo tan propia del pueblo.

Una vez el tapón haya termiado, el protagonismo recaerá en las peñas La Bota y San Andrés, que recibirán sus respectivos pañuelos conmemorativos antes de animar las calles de Lizarra. A la noche, la música seguirá siendo quien marque el ritmo de la juerga. En la plaza de Santiago, organizado por la ikastola Lizarra, será el grupo Drindots quien se suba al escenario, mientras que en las txosnas, será el grupo Flitter quien asuma esa responsabilidad, con el extra de tratarse de un grupo de casa. La noche acabará con la música de Carlos Pérez y Eduardo Díaz. Todo ello con las limitaciones que el Ayuntamiento ha impuesto este año a las txosnas, cercenando el carácter popular de las fiestas.

Lizarra tiene siete días por delante en los que las actividades para todas y todos no faltarán, desde los más pequeños hasta los mayores tendrán presencia. Unas fiestas, para todas y todos, que volverán a atraer el fin de semana a cientos de jóvenes de todo Nafarroa.