Dos días después de conocerse que la familia de Iñigo Cabacas ha pedido su imputación judicial, Miguel Buen -número dos del departamento cuando la Ertzaintza mató al joven de un pelotazo- reveló ayer que presentó su dimisión tras los hechos, pero que esta no fue aceptada.

Esta afirmación fue realizada por el exdirigente del PSE y entonces viceconsejero en un rifirrafe producido en el programa ``Sin ir más lejos'' de ETB. En un momento dado uno de los intervinientes le reprochó su actitud en ese caso, y fue entonces cuando Buen argumentó que intentó dejar su cargo. El consejero, Rodolfo Ares, se lo habría impedido.

El cierre de filas a todos los niveles de la Ertzaintza y el Departamento de Interior ha sido una constante en este caso. Y ha contribuido a que, transcurrido ya casi año y medio, siga sin haber un solo imputado por los hechos. De hecho, ayer el fiscal superior de la CAV, Juan Calparsoro, daba por seguro que no se podrá determinar qué agente realizó el disparo mortal ante la herriko taberna de Indautxu. Calparsoro estimó que sí se podrá dirigir la acusación contra responsables del operativo, como el que dio las órdenes desde la comisaría de Deustua.

La difusión de las grabaciones de aquellas órdenes por parte de GARA y Naiz arrojó mucha luz sobre lo ocurrido en el callejón de María Díaz de Haro, y especialmente sobre la responsabilidad de este mando, llamado «Ugarteko», que fue informado reiteradamente de que la situación allí estaba controlada.

Por lo que respecta a Miguel Buen, el martes la representación legal de la familia Cabacas solicitó su imputación, al igual que la del entonces director de la Ertzaintza, José Antonio Varela, y unos 40 ertzainas. Varela se encuentra ahora en Andalucía. Buen ha ocupado cargos muy relevantes en su carrera política, como la secretaría general del PSE en Gipuzkoa, la vicepresidencia primera del Parlamento de Gasteiz, la alcaldía de Errenteria o la presidencia de la Autoridad Portuaria de Pasaia. Ha sido también diputado y juntero.