«En nuestra región se ha creado una herida desde hace años en el cuerpo del mundo islámico bajo la sombra de la ocupación de la tierra sagrada de Palestina y de nuestro querido Qods (Jerusalén)» por Israel, afirmó ayer el presidente electo iraní Hassan Rohani, en el día de al Qods, dedicado a Jerusalén en Irán.

«Esta jornada es para recordar que el pueblo musulmán no olvida nunca su derecho histórico. No olvidará y resistirá siempre frente a la injusticia y la agresión», declaró Rohani durante la marcha anual en solidaridad con los palestinos y su capital ocupada, una celebración que tiene lugar el último viernes del Ramadán desde 1979.

Sin embargo, las declaraciones distorsionadas de Rohani generaron un torbellino diplomático. Los medios de comunicación estatales de Irán acusaron a otras dos agencias de noticias iraníes -Mehr e Isna- de distorsionar los comentarios de Rohani, comparando a Israel con una «herida que debe ser eliminada», frase que no aparecía en las grabaciones. Las propias agencias reconocieron el error y corrigieron sus despachos.

Netanyahu responde

Pero la versión inicial que se difundió provocó la respuesta del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien aseguró que el nuevo líder iraní «ha revelado su verdadera cara más pronto de lo esperado». Y se apresuró a adelantarse a cualquier desmentido. «Incluso aunque los iraníes se empeñen ahora en negar sus propósitos, es lo que piensa y es el plan de acción del régimen iraní», añadió.

«Estas declaraciones del presidente iraní deberían sacar a una parte del mundo de la ilusión en la que ha caído desde las elecciones en Irán», señaló Netanyahu, y no desaprovechó la oportunidad para reavivar su campaña contra Irán y su programa nuclear. «En Irán ha cambiado el presidente, pero no el objetivo del régimen de fabricar el arma nuclear con el fin de amenazar a Israel, a Oriente Próximo y a la paz y seguridad del mundo entero. No hay que dejar que un país que amenaza con destruir a Israel se dote de un arma de destrucción masiva», insistió. Rohani asumirá el cargo como presidente hoy, después de vencer en unas elecciones en las que se presentó con una plataforma de imagen pragmática y de interacción con el resto del mundo, sin ceder en el derecho de Irán al uso de la energía nuclear.

Antes de ceder el cargo, el actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, también arremetió contra Israel, ante una multitud de manifestantes en Teherán movilizados en el Día de Jerusalén. «Os informo, y Dios es mi testigo, de que una tormenta devastadora va arrancar la base del sionismo. No tiene lugar en esta región», afirmó.

Ahmadineyad acusó a Israel y Occidente de fomentar la discordia en la región y de «soñar con la guerra civil» en los países opuestos a Israel, y se preguntó «quién está hoy feliz de lo que ocurre en Siria o Egipto».

Varios cientos de miles de personas marcharon en diversos puntos del país con lemas como «muerte a Israel» y «muerte a América».