Aconsejo al fiscal jefe Juan Calparsoro, a la consejera Ana Oregi y a todas las ciudadanas y ciudadanos de este país que dediquen un buen rato a leer durante este verano la «Resolución de 23 de abril de 2010, de la Viceconsejera de Medio Ambiente, por la que se formula declaración de impacto ambiental y se concede autorización ambiental integrada del proyecto de valorización energética de residuos, promovido por Gipuzkoako Hondakinen Kudeaketa». A través de Internet, pueden acceder a ella en la dirección http://www.ingurumena.ejgv.euskadi.net/r49-list/es/contenidos/boletin_revista/ingurumena_2011/es_doc/febrero.html.

Si no les recorre la espalda un escalofrío al leer todas las advertencias sobre los riesgos para la salud de una incineradora, es que tienen la sangre helada. ¡Ojo! Todo es lo dejó escrito el Gobierno de Lakua; no Bildu, ni Zero Zabor ni Greenpeace.

Al margen de esa cuestión, tras repasar la respuesta enviada por el Ejecutivo de Urkullu a GHK, lo que me indigna es que se afirme alegremente que si, durante la ejecución del proyecto, se elimina la planta de tratamiento de cenizas tóxicas, no pasa nada, porque «la práctica habitual» es cambiar lo que se va haciendo sobre la marcha. Lo mismo que alega el PNV cuando se le reprochan 300 millones de nada en desfases de Bidegi por construir carreteras. ¡Y dicen no entender por qué ha cambiado de manos la Diputación!