Los vecinos de Alde Zaharra de Donostia critican que la ordenanza de terrazas «es un fraude»
GARA | DONOSTIA
El Ayuntamiento de Donostia aprobó el pasado 24 de julio una ordenanza municipal sobre terrazas que no gusta a los vecinos de Alde Zaharra. La asociación Parte Zaharrean Bizi criticó mediante una nota de prensa que dicha ordenanza «es un fraude, pues se ha hecho a espaldas a la ciudadanía».
Achacó a quienes apoyaron la ley que no tuvieron en cuenta «las características físicas singulares de la Parte Vieja y, mucho menos, las aportaciones realizadas desde la asociación para garantizar de forma efectiva el descanso, espacios para el ocio y la accesibilidad del vecindario», por lo que tachó de «irresponsabilidad» la actuación de los grupos municipales del PNV, PSE y PP.
También dedicaron algunas palabras al Gobierno municipal, al señalar que «comparte responsabilidad con la oposición, por acción o por omisión». La asociación se mostró «preocupada» por la gestión «inoperante» del Gobierno de Bildu, a la cual achacaron hacer caso omiso a «la cantidad de incumplimientos documentados aportados por nuestra asociación, de denuncias de vecinos de actividades insalubres...».
En relación a la ordenanza sobre terrazas, exigieron aclarar lo ocurrido en el bar Sirimiri, situado en la calle Mayor, en donde el pasado 24 de julio se produjo un incendio que acarreó el desalojo de los vecinos del edificio superior al bar -que hoy en día continúan sin poder volver a sus casas- sin que hubieran producido daños personales, y conocer así qué se debe hacer para reducir las posibilidades de un suceso similar. Por ello, pidieron que la investigación oportuna «no sea de trámite» y que sus conclusiones «sean públicas».
La asociación Parte Zaharrean Bizi matizó que, si el incendio se hubiera producido después de aprobar la ordenanza sobre terrazas, «el acceso de los bomberos se habría visto entorpecido».
«¿Está el interés privado de la hostelería por encima de la seguridad del vecindario?». Esta y más preguntas ha puesto la asociación vecinal a manos de todos los grupos municipales del Ayuntamiento de la ciudad, con la intención de recibir alguna respuesta por parte de estos aclarando lo ocurrido en el bar Sirimiri.