Declaran reelecto a Robert Mugabe entre denuncias de fraude electoral
Robert Mugabe ha sido reelegido presidente de Zimbabwe a los 89 años de edad y, tras 33 años en el poder, afronta un nuevo lustro de mandato entre denuncias de fraude electoral por parte de la oposición.
GARA | HARARE
Robert Mugabe, que a sus 89 años lleva 33 en el poder en Zimbabue, ha sido reelegido presidente al obtener el 61% de los votos en los comicios celebrados el pasado miércoles, según los resultados oficiales hechos públicos ayer por la Comisión Electoral.
Según avanzó la jefa de la Comisión Electoral, Rita Makarau, a través de la radio estatal, Mugabe logró 2.110.434 votos en las elecciones del miércoles frente a los 1.172.349 que consiguió su rival, el primer ministro del Gobierno de unidad nacional y líder del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), Morgan Tsvangirai.
La victoria de Mugabe se ha visto refrendada por la amplia mayoría que ha logrado su partido, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), que ha conseguido 160 de los 210 escaños que conforman la Cámara, según los datos oficiales.
El MDC ha obtenido solo 49 diputados, mientras que el asiento restante ha sido para un candidato independiente.
Antes de conocerse estos datos y minutos después de confirmarse los resultados de las elecciones parlamentarias, Tsvangirai pidió una «auditoría forense» del proceso electoral, al considerar que ha sido «fraudulento».
El primer ministro, que opina que las elecciones han sido una «farsa», pidió en rueda de prensa un análisis del censo electoral y de las papeletas que se imprimieron para las votaciones, entre otros aspectos, informó Efe.
Según denunció, cerca de un millón de votantes de su partido no pudieron ejercer su derecho al voto por irregularidades en el censo, y un «gran número» de ciudadanos fueron «asistidos» por presuntos funcionarios en algunas zonas rurales.
«No hemos perdido estas elecciones, las hemos ganado. No se trata de algo personal, sino de una cuestión nacional», manifestó Tsvangirai, que reclama una repetición de todo el proceso electoral.
El líder del MDC dijo tener pruebas de que su partido era el vencedor y sostuvo que, al igual que en 2002 y 2008, la victoria le ha sido «robada».
En 2002, los observadores occidentales no reconocieron la victoria de Mugabe y denunciaron una supuesta manipulación de los resultados.
En 2008, Tsvangirai ganó en la primera votación, pero no logró un margen suficiente para evitar la segunda vuelta. Este resultado desató una ola de violencia que acabó con la vida de 200 seguidores del MCD, y Tsvangirai decidió entonces retirarse de la carrera electoral.
El conflicto se solucionó con la mediación de la Comunidad para el Desarrollo de África Austral (SADC), que propuso un Gobierno de unidad nacional, vigente desde 2009 hasta hoy. La SADC calificó el viernes las elecciones de Zimbabwe como «libres y pacíficas», aunque rechazó pronunciarse sobre si pueden considerarse justas.
Mientras, la Unión Europea expresó ayer su preocupación y pidió a todas las partes que mantengan la calma y el orden. «La UE está preocupada por las presuntas irregularidades e informaciones de participación incompleta, así como las debilidades identifica- das en el proceso electoral y la falta de transparencia», señaló la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton.
Durante su mandato, Mugabe ha tomado decisiones muy polémicas, como las expropiaciones de granjas a propietarios blancos para distribuir la tierra entre la población negra.
Uno de los nueve miembros de la Comisión Electoral, Mkhululi Nyathi, anunció su dimisión por sus dudas sobre la validez de los resultados de las elecciones generales.