«El otoño, más que caliente, va a ser ardiente». Así se manifestó el responsable de negociación colectiva de ELA, Joseba Villarreal, ante un hipotético cumplimiento de las últimas recomendaciones del FMI al Estado español que plantean reducir los salarios nominales (no ajustado a los precios) en un 10% y las cotizaciones a la Seguridad Social en 1,75 puntos.

En un clima convulso por la reciente pérdida de la ultraactividad de los convenios colectivos y la conflictividad que ello supone en materia de negociación, Villarreal advirtió -en declaraciones a Europa Press- que la respuesta sindical será «contundente» si el Ejecutivo de Mariano Rajoy da otra vuelta de tuerca a la reforma laboral devaluando más los salarios tal y como pide el organismo dirigido por Christine Lagarde.

A juicio de Villarreal, la propuesta del FMI se sumaría «al ataque del tema de la ultraactividad y los convenios». Apuntó que «si además de todos eso, en aquello que se vaya a ir negociando hay que aplicar estas nuevas medidas, no nos dejan ninguna alternativa».

Incidió en que estas recomendaciones ahondan en las «políticas equivocadas» impuestas por el Gobierno español que «llevan a aumentar el desempleo día a día».

«Tragedia social»

En cuanto a la petición de rebajar las cotizaciones sociales, Villarreal alertó de que ello significa que «los pocos empleos que se puedan crear, van a ser precarios para ahora y para el resto de los días». Por ello, exige al Gobierno del PP que no tome en cuenta las recomendaciones del organismo internacional porque sería «profundizar en esta crisis y en esta tragedia social».

Denunció que «la trampa, precisamente, del Gobierno no es otra más que decir que no hay otra opción, pero eso no es verdad, ya que no es sino una opción. Esa es la política que están implementando desde Europa, política que el Gobierno de Rajoy y también el de Urkullu van cumpliendo matemáticamente», sentenció.

Las declaraciones del Ejecutivo español respecto a las recomendaciones del FMI van precisamente en esta línea. Y es que, el Secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, apuntó el viernes que el Gobierno «no está en esa dinámica», aunque matizó que cree «muy necesaria» la moderación salarial.

Por otra parte, los sindicatos CCOO y UGT de Euskadi también proclamaron su postura contraria al planteamiento del FMI. Mari Cruz Vicente, de CCOO, reclamó al Gobierno del PP que no atienda este consejo, salvo que lo que busque sea «convertirnos en otra Grecia». Añadió que estas medidas no van contribuir a «reforzar» el consumo interno. «Tenemos que tener claro que las empresas no van a contratar más porque tengan salarios más bajos, sino que van a contratar más en la medida que puedan vender sus productos».

Por su parte, Maribel Ballesteros, de UGT, advirtió de que «los trabajadores españoles ya han reducido su salario de manera suficiente y no ha servido para nada». Al contrario, afirmó que se está creando empleo «absolutamente precario y estacional», por lo que confió que Mariano Rajoy no tome en cuenta las directrices del FMI.