Desde hace años, las mujeres vienen reivindicando un modelo festivo igualitario que no se lleva a cabo. Por ello, en los últimos años las chicas del pueblo han organizado su propia bajada desde la Basílica del Puy. No ha alcanzado el nivel popular que tiene la que protagonizan el viernes, pero el aire fresco reivindicativo que le imprimen hace de este un momento especial para las fiestas.

En el año 2013 se siguen realizando actos que distinguen entre sexos, y las mujeres de Lizarra se muestran firmes ante su derecho a gozar de su propio espacio, del mismo modo que los hombres, en estas fiestas. Por ello organzian actividades como esta, que además de ser un espacio para la fiesta y el disfrute, supone un acto reivindicativo contra la discriminación entre distintos sexos.

Minutos antes de las doce del mediodía, terminó la misa en la Basílica del Puy, y las mujeres tomaron el protagonismo en las calles. Los gaiteros, la banda de música y la corporación municipal emprendieron entonces el camino hacia la plaza Consistorial, mientras que las decenas de mujeres que allí se juntaron trataron de frenar el paso de la comitiva tanto tiempo como pudieron.

Agarradas por los hombros, mujeres de todas las edades bailaron y saltaron al son de la música de la banda. El ambiente que se vive este día es distinto al que se puede respirar en la bajadica del día anterior. Menos gente y alboroto. Algo positivo para algunas, mientras que otras preferirían que su bajadica fuese igual de masiva, visual y conocida que la del primer día de fiestas.

El acto, considerado por muchas un homenaje a todas las mujeres de Lizarra dura lo que las fuerzas aguanten y lo que puedan detener la marcha de la comitiva. Para algunas es un momento especial, de celebración para las mujeres, mientras que otras consideran que no hay mucho que celebrar en que, hoy en día, hombres y mujeres protagonicen la misma actividad de forma separada, considerando de épocas pasadas la distinción y prohibición de uno de los sexos a participar en actos de este tipo.

Una vez llegadas al Ayuntamiento, es hora de ir a reponer fuerzas con una buena comida. Las fiestas todavía tienen varios días por delante y las mujeres de Lizarra están decididas a disfrutar de ellas no solo en actos puntuales como este, sino reclamar esas fiestas igualitarias y disfrutar de ellas.