Mundial de Barcelona'2013
César Cielo logra su tercer oro mundial seguido al sprint
Katie Ledecky logró el triplete del fondo al ganar los 800 metros libre. Missy Franklin sumó su quinto oro.
Arnaitz GORRITI
Emocionado, llorando a lágrima viva con el himno de su país, y provocanco que el Palau Sant Jordi prorrumpiera en una sentida ovación, el nadador brasileño César Cielo confesaba estar viviendo «el mejor momento de mi vida». Y no porque lograra su primera medalla de oro de los 50 metros libre; más aún, lograba su tercer oro mundial consecutivo de la distancia, superando a leyendas como Alexander Popovic, que «solo» ganaron dos. De hecho, fue el «Zar» ruso quien colgó del cuello a Cielo el metal dorado tras imponerse en la prueba de sprint por antonomasia.
«Honestamente, no creía poder revalidar este título», confesaba el nadador sudamericano, que partía desde la calle seis en la final, con hombres como Florent Manadou, vigente campeón olímpico de la distancia, o el estadounidense Anthony Ervin, situados en las calles centrales. Pero Cielo, que reconoció que 2013 «estaba siendo un año duro después de los Juegos Olímpicos» en los que no logró el oro, dio lo mejor de sí mismo para regresar a lo más alto del cajón, con el ruso Morozov y el nadador de Trinidad y Tobago Bovell flanqueándolo en el podio, mientras que Ervin y Manadou decepcionaban.
En la penúltima jornada de los mundiales de Barcelona, la joven Katie Ledecki se reivindicó como la reina del fondo, al sumar el oro de los 800 metros libre, con récord del mundo incluido, a los logrados en los 400 y los 1.500 metros.
La danesa Lotte Friis llevó el peso de la prueba, con la estadounidense siguiéndola de cerca. La nadadora europea marcaba un ritmo alto, rozando el récord mundial, pero en los últimos 250 metros no tuvo fuerzas para responder al cambio de ritmo de Ledecky, que acabó pletórica y superando la plusmarca mundial de Rebecca Adlington. La neozelandesa Lauren Boyle completó el podio.
Franklin sí; Lochte, no
En el resto de las finales que se disputaron en el Palau Sant Jordi destacó el quinto oro mundial de Missy Franklin, que se impuso con absoluta autoridad en la final de los 200 metros espalda. Ejerciendo, junto a Ledecky, de referente de la selección estadounidense, Franklin machacó a sus rivales, aventajando en casi dos segundos a la segunda clasificada, la australiana Belinda Hocking, y en más de dos a la tercera, la representante de Canadá Hilary Caldwell.
«No sé cuál es mi límite, y la verdad es que me da lo mismo. Lo único que puedo hacer es dar las gracias porque disfruto cada vez que salgo. Ganar todas estas medallas es lo más grande», declaraba exultante Franklin.
Pero en la selección de los Estados Unidos no dejarían de mirar la jornada de ayer con un poco de resquemor. Su estrella masculina, Ryan Lochte, fue la decepción del día al terminar en sexto lugar en la final de los 100 metros mariposa, justo el día de su cumpleaños. El sudafricano Chad Le Clos, que venía de superar una lesión en el hombro, obtuvo el oro realizando una carrera que recordó mucho a Michael Phelps, el anterior dominador de esta prueba.
El alemán Steffen Deibler, que se quedó sin podio en los últimos metros, mediatizó la carrera al protagonizar una primera piscina apabullantemente rápida. Mientras, Le Clos aguardaba en tercera o cuarta plaza, sin perder la calma. A falta de 20 metros, el nadador sudafricano miró a sus rivales y atacó, colándose de rondón. Superó al húngaro Cseh, sorprendente medalla de plata, y al polaco Czerniak, respectivamente.
Por último, la danesa Jeanette Ottesen cumplió los pronósticos al llevarse la final de los 50 metros mariposa. La china Lu Ying y la neerlandesa Ranomi Kronomidjojo -campeona mundial de la distancia hasta la fecha- la flanquearon en el podio.
La selección de Hungría sumaba su tercer entorchado mundial tras derrotar a Montenegro por 8-7 en una final que dominó siempre, aunque con ventajas muy cortas. En la final de consolación, Croacia se llevó el bronce al derrotar por 10-8 a la selección de Italia.
La rusa Yuliya Efimova sorprendía a todo el mundo mejorando el récord mundial de 50 metros braza, con 29,78 segundos. Pero la lituana Ruta Meylutite, con 29.48, se lo arrebataba a la rusa en sus narices en la serie semifinal. En 800 metros libre, la estadounidense Katie Ledecky lo lograba con una marca de 8.13.86.