El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi afirmó ayer que el Ejecutivo de coalición que preside Enrico Letta debe seguir adelante, ante centenares de seguidores que quisieron mostrarle su apoyo en una acto ante su casa de Roma tras su condena definitiva a cuatro años de cárcel.

Visiblemente emocionado, Berlusconi reivindicó el sentido de responsabilidad de su formación, el Pueblo de la Libertad (PDL) al subrayar que «no soy ni subversivo ni irresponsable. El Gobierno debe seguir adelante y aprobar las medidas económicas. Lo primero es el interés de Italia».

Sus declaraciones llegan en un momento de fuerte tensión en el seno del Gobierno de coalición, con los ataques cruzados de los últimos días entre el PdL y el Partido Demócrata, que han hecho temer por su continuidad. Y es que pese a que en un primer momento el acto se enfocó como un acto de fuerza por parte del PdL, con el paso de las horas se optó por una línea más moderada, después de que las tensiones de los últimos días se extendieran también a la Presidencia al mostrarse los parlamentarios del PdL dispuestos a dimitir si el presidente, Giorgio Napolitano, no indultaba a Berlusconi, y que se agravaron con unas declaraciones del coordinador del PdL hablando de «guerra civil».