Crónica | Subida de Celedón
El «Día del Limpio» pone el broche final a las fiestas de La Blanca
Las fiestas de La Blanca tocaron a su fin. Ayer a la noche Celedón abandonó Gasteiz entre fuegos artificiales, sumiendo a la ciudad en una dulce resaca. Pero antes de partir, los blusas y las neskas volvieron a recorrer las calles de la capital alavesa para celebrar el «Día del Limpio», una nueva festividad diseñada para relevar al «Día del Guarro».
Ion SALGADO
Los blusas y las neskas despidieron con agua y jabón a Celedón. El “Día del Limpio”, sustituto del “Día del Guarro”, finalizó, al menos de manera oficial, a la una de la madrugada, cuando el aldeano de Zalduondo abandonó la ciudad. Su marcha puso el broche final a un día caluroso, marcado por la reaparición del astro rey, que calentó el ambiente y animó el centro de Gasteiz.
Desde primera hora de la mañana la ciudad dejó atrás la imagen desértica de jornadas anteriores, marcadas por el frío y la lluvia, para mostrar un entorno festivo repletó de actividades. De este modo, los que decidieron acercarse al centro de la capital alavesa pudieron disfrutar de una degustación de chorizo al txakoli y de una exhibición de baloncesto en silla de ruedas, sin olvidar las actividades organizadas en el parque del Prado, donde se colocaron los juegos infantiles; y en la plaza de Los Fueros, que acogió las pruebas de herri kirolak.
Tras la comida, a las cuatro de la tarde, los blusas y las neskas tomaron las calles del Ensanche gasteiztarra con sus pistolas de colonia para emprender el último paseíllo de ida a los toros. En lugar de asistir al desfile, algunos blusas de Jatorrak decidieron instalar una piscina en la plaza de la Virgen Blanca. «Como al Ayuntamiento no le hace mucha gracia que manchemos las calles –en alusión al “Día del Guarro”–, y decían que íbamos a pagarlo nosotros hemos decidido montar aquí una piscina para celebrar el “Día del Limpio”», explicó Rubén San Vicente, integrante de la citada cuadrilla.
A las ocho de la tarde, los asiduos al paseíllo emprendieron la marcha de nuevo al centro de Gasteiz. Con las abarcas bien atadas, los presentes aprovecharon al máximo el último día de las fiestas, que tocó a su fin a cuando Celedón abandonó la ciudad, a la una de la madrugada. Miles de personas fueron a despedir al aldeano, que volverá a la capital dentro de 359 días.
Tras participar en la despedida, muchos se dirigieron a las txosnas, ubicadas en el Campus Universitario de Araba, para tomar un pote junto a la cuadrilla y disfrutar del concierto de Kaotiko. La última cita de fiestas de este año.
