A una semana del inicio de la competición
Elaboración, presión y goles, tareas pendientes tras la pretemporada
Los de Mendilibar tendrán que mejorar mucho en todas esas facetas si no quieren volver a encajar los nefastos resultados que obtuvieron al inicio de la pasada campaña. El técnico vizcaino no ha ocultado su disgusto por el papel que sus pupilos han realizado.
Natxo MATXIN
Si nos atenemos a la máxima que muchos entrenadores defienden, Mendilibar incluido, de que se juega como se entrena, y eso lo extrapolamos a la imagen que Osasuna ha ofrecido en los nueve amistosos de esta pretemporada, cabría concluir que la escuadra navarra ha dejado muchas dudas de cara al inminente inicio de la competición liguera, y algunos destellos aislados que podrían hacer abrigar ciertas esperanzas.
El equipo no puede permitirse el lujo de la campaña pasada, en la que prácticamente no fue fiable hasta diciembre, firmando un horrible comienzo que a punto estuvo de lastrarle para el resto de la temporada. Entre otras cosas, no debe repetir parecida trayectoria porque le van a tocar en suerte en estos primeros encuentros rivales que van a estar peleando por el mismo objetivo que los encarnados, eludir cuanto antes el descenso.
No protagonizar similar papel supone enmendar algunos aspectos que en esta fase de preparación se han vuelto a revelar como endémicos para la suerte del cuadro rojillo. Algunos de estos apartados son los que pasamos a enumerar a continuación, en los que la primera plantilla tendrá que trabajar a fondo para corregirlos e impedir que su afición vuelva a estar pendiente del marcapasos en el tramo final del torneo doméstico.
Elaboración que no llega. Sabedor de que la grada no quedó muy contenta el año pasado con el juego del equipo, Mendilibar hizo especial hincapié en el regreso al trabajo de los suyos en que había que elaborar y utilizar menos el pelotazo. En ello se han afanado sus hombres en estas últimas semanas, pero las intenciones no bastan. Lo cierto es que salir con el balón controlado y darle sentido a su circulación no ha sido uno de los fuertes de los rojillos, ni en tierras holandesas ni más cerca de casa. A ratos, ha tenido fases interesantes, pero se pueden contar con los dedos de la mano. Es más, algunos jugadores ya dejaron caer en sala de prensa que si esta dinámica no funciona, habrá que volver a antiguas usanzas, como el envío directo sin complicarse la vida en la medular. Además, el técnico vizcaino va a tener que lidiar con el hándicap de que no podrá contar para la primera jornada con Gato Silva, uno de los pocos jugadores que pueden acometer esta tarea con cierto sentido en la línea de creación encarnada.
Cuesta crear ocasiones. Consecuencia de que el once no hilvana es el hecho de que las oportunidades claras del lado rojillo ciertamente escasean. Al equipo se le ha visto periodos completos en los que apenas ha creado peligro, incluso cuando se ha encontrado por detrás en el marcador y necesitado de cargar con la iniciativa. Cuando ha sido al revés, tampoco la escuadra navarra ha realizado de manera correcta cometidos importantes para el estilo marcado por el preparador zaldibartarra, caso de la línea de presión en la zona defensiva del rival.
Goles con cuentagotas. Y, si un equipo no llega, lo lógico es que las dianas se hagan esperar. Osasuna sigue dando muestras de que el gol es un reto histórico que marca su rendimiento, como ocurrió el año pasado. Tras la venta de su máximo anotador, la escuadra navarra ha tenido que renovar casi por completo su delantera, máxime con la lesión de largo recorrido de Nino. Todos ellos -Manu Onwu, Oriol Riera y Ariel Núñez- han marcado esta pretemporada. Habrá que ver si la racha continúa cuando el balón eche a rodar de verdad.
Una de las notas positivas es que el equipo sigue teniendo ese carácter defensivo que le sirvió para salvar la categoría la campaña anterior. Si se centra, Lotiés está llamado a ser un fijo en la zaga rojilla.
Conocidas las casi seguras bajas de Silva, Lolo y Miguel Flaño, amén de la de Nino y Satrustegi, se podría aventurar un once que se mediría al Granada, en el que hay algunos nombres fijos y unos cuantos puestos por disputarse.
Para empezar, la portería tiene propietario. Las dos últimas campañas avalan a Andrés Fernández como titular indiscutible. Las declaraciones de Asier Riesgo, además, confirman tal hecho. En la línea defensiva los costados parecen adjudicados -con permiso del polivalente Oier- a Marc Bertrán y Joan Oriol. Loties y Arribas ocuparán el eje de esta zona.
El citado Oier también tiene boletos para estar en la medular donde, junto a Raoul Loé y Puñal, se disputarán el doble pivote, ante la ausencia de hombres que podrían manejarse en dicha posición, caso de Silva o Lolo.
En lo que se refiere a las alas ofensivas, Miguel de las Cuevas tiene una plaza con total seguridad. El alicantino ha sido uno de los más finos en pretemporada, incluso buscándose las alubias él solo en ataque, y su participación puede ser muy importante esta temporada. En el otro lado habrá que ver cómo llega físicamente Armenteros, pues su calidad está fuera de toda duda. Cejudo estaría en la recámara.
Oriol Riera y Ariel Núñez partían con ventaja para una posible dupla titular de delanteros, pero el último acierto que ha demostrado Manu Onwu le hace merecedor de recompensa. Todos ellos han anotado y Mendilibar tendrá que tomar una decisión. N.M.