El pasado 26 de febrero GARA informaba de que, el día anterior, aviones del Ejército del Aire español habían vuelto a bombardear las Bardenas en el marco del ejercicio Sirio-Tormenta, que se lleva a cabo anualmente. «Tras despegar de la base de Zaragoza, los aviones llegan a Bardenas para realizar «misiones de ataque a objetivos terrestres» -explicaba este diario-. Se trata de bombardear desde el aire diferentes «dianas» (aviones en desuso, viejos camiones, tiendas de campaña...) colocadas en tierra».

Hasta ahora, el Gobierno español justificaba esas maniobras como medidas necesarias para garantizar la «defensa nacional». Lo curioso es que ahora añade «argumentos» medioambientales. «La presencia militar se ha convertido en una garantía para la conservación de la flora y fauna en diferentes lugares del territorio nacional», afirma el Ministerio de Defensa en su página web (http://www.defensa.gob.es/areasTematicas/medioAmbiente/).

Y aporta una visión muy particular sobre su papel en la gestión de espacios incluidos en la Red Natura 2000, en la que está incluida una cuarta parte de «las 150.000 hectáreas de espacios naturales del Ministerio de Defensa».

Ciertamente, el Parque Natural de Bardenas Reales está incluido en la red europea de espacios naturales. Pero el terreno ocupado por el Polígono de Tiro esta fuera de la reserva y no es propiedad del Ejército español, sino de la Comunidad de Bardenas, que lo cede a cambio de una compensación económica que, en los últimos tiempos, el Gobierno español se resiste a abonar según lo acordado.

A pesar de ello, el Ministerio de Defensa incluye las 2.098,27 hectáreas del Campo de Tiro de Bardenas Reales en su «Inventario de recursos naturales», cuyo objetivo es «realizar una prospección de los valores ambientales, ecológicos y culturales existentes en dependencias militares de diferente índole». En el mismo aparecen registradas también las 639,69 hectáreas de la Base Militar de Araka y las 368,56 del Campo de Maniobras y Tiro de Jaizkibel.

Por otro lado, la «Revista Española de Defensa», en su monográfico «Fuerzas Armadas y medio ambiente», destaca que en el Polígono de Tiro bardenero llegan a nidificar especies como águilas reales, alimoches y avutardas.