Xabier Arberas | Parte Zaharrean Bizi Auzo Elkartea
Por una Parte Vieja igualitaria y sostenible
Queremos que haya comercios y plazas, restaurantes y cines. Pero para ello hay que buscar un equilibrio, tener en cuenta los diferentes intereses de las personas que viven y actúan en el barrio
Si comparamos la ciudad de Donostia con lo que era hace unas décadas es indudable que ha cambiado. Los cambios que se van operando, en lo que se refiere a la construcción de la ciudad, van principalmente en la línea de la fragmentación de la ciudad en barrios monofuncionales.
La estrategia ha consistido hasta ahora en pensar la ciudad como una gran empresa (Véase el Plan Estratégico 2020 de la ciudad, que empezó su andadura con la anterior Corporación Municipal) y todo esto lo han disfrazado con «objetivos» y palabras como: ciudad igualitaria, sostenible, moderna,... ¿Que ha habido intervenciones que han mejorado la calidad de vida de sus habitantes?, es indiscutible, pero también actuaciones que van empeorando más y más a quienes vivimos en ella. Por ejemplo, la renovación urbana de la Parte Vieja ha abierto la puerta o va conduciendo progresivamente a la destrucción del espacio público (Bretxa, San Vicente, Plaza del Acuárium, San Telmo...) y hacia un uso mono funcional del barrio.
Pocas son las viviendas que se han rehabilitado y muchos los problemas y obstáculos para dotar a las viviendas de ascensores, por ejemplo. En cambio, donde antes había viviendas hoy proliferan hostales y pensiones, algunas de ellas ilegales. Todo ello, sin olvidar que los presupuestos para la rehabilitación urbana no proceden principalmente de los impuestos a la gran hostelería, sino que el mayor coste recae en las personas que vivimos aquí.
Estos últimos años la proliferación de terrazas y mesas con taburetes en la vía pública es también una realidad que se nos impone. En el caso de la Parte Vieja, zona saturada de establecimientos hosteleros, el mobiliario que han sacado a la vía publica obstaculiza el transito y muchas veces contraviene normativas vigentes. Por eso nos dicen que hay que regularizar esta situación, es decir regular la ocupación del suelo público. Permitir a la gran hostelería acceder a estos espacios públicos y establecer así las bases jurídicas de la propiedad inmueble.
Con la propuesta de proyecto de ordenanza reguladora de terrazas que ha presentado el gobierno municipal y las enmiendas que la oposición ha im- puesto, podemos decir que (la gran hostelería) se está saliendo con la suya. Las jerarquías sociales se imponen en el barrio, como en la sociedad en general, tanto en el uso como en la apropiación del espacio, mientras que la vecindad somos invisibles. No se menciona ni se tiene en cuenta a la vecindad con propuestas concretas. Todo esto está lejos de lo que persigue una ciudad o barrio en clave de igualdad, sostenibilidad... Existen soluciones para mejorar el problema de la saturación y ocupación de la vía publica. La solución no consiste en ampliar, sino en buscar un equilibrio y que satisfaga las necesidades de la vida cotidiana y garantice una mejor calidad de vida para todas las personas.
A Parte Zaharrean Bizi Auzo Elkartea se nos ha querido presentar como si estuviéramos en contra de las terrazas y no es así. Tenemos claro que el barrio debe de ser un lugar para la gente, para jugar, para andar y encontrarse. Queremos que haya comercios y plazas, restaurantes y cines. Pero para ello hay que buscar un equilibrio, tener en cuenta los diferentes intereses de las personas que viven y de las que actúan en el barrio. Solicitamos al Gobierno municipal valentía para reconducir la deriva que durante tantos años ha llevado a la ciudad a invisibilizar las necesidades tanto colectivas como individuales de la ciudadanía en pos del capital y su lógica de mercado.