La pretemporada exige en ocasiones un esfuerzo mayor que la competición. Sobre todo al futbolista que cambia de entrenador, de equipo o incluso de Liga. En esas anda Jordan Lotiès, el primer refuerzo de Osasuna, que a lo largo de estas últimas semanas ha tenido que añadir a la búsqueda de un hueco en el once de José Luis Mendilibar toda una fase de aprendizaje.

Incluso, claro, de idioma. De momento se tiene que conformar con hablar con Raoul Loé. Al resto le entiende, lo de expresarse va más despacio, pero asegura que eso no ha supuesto ningún problema para integrarse «porque todos los compañeros me han acogido desde que llegué. Me siento muy apoyado». Es probable que su mejor profesor sea José Luis Mendilibar, un entrenador que «dice las cosas muy claras -sonríe el central francés-. Pero a mí me gustan los entrenadores así, que sean directos. Eso demuestra que están encima del equipo».

Claro que la necesidad de hincar los codos no se limita a la comunicación. Lotiès admite que se ha encontrado con un fútbol diferente y eso le está exigiendo un esfuerzo de adaptación. Confiesa sentirse «muy impresionado con el nivel técnico del equipo. En Francia quizá el fútbol es más físico y aquí me ha impresionado la capacidad técnica». Diferencias que arrancan en la misma preparación de la competición. «En Francia -explica- practicamos mucho la preparación física y disputamos menos partidos amistosos. Aquí hemos podido disfrutar de partidos y es muy importante».

Lógicamente, su puesto no es inmune al cambio. «El posicionamiento sobre el terreno de juego del central es algo diferente a lo que hacía allí, es algo en lo que estamos trabajando». «He estado insistiendo -añadió- en la preparación táctica. Estoy recibiendo muchos apoyos para desarrollar esa parte del trabajo». Incluyendo «el trabajo para sacar bien el balón desde atrás, aunque también tenemos que ser capaces de jugar en largo cuando el partido lo imponga».

Lo cierto es que esta fase de aprendizaje tiene muy «satisfecho» a Lotiès, que además percibe que la sensación es recíproca. «Creo que la gente está satisfecha con mi trabajo de pretemporada, aunque lo que importa es el campeonato», reconoce el futbolista, que trabaja «para ser titular el domingo, aunque no sé si lo seré» y que se reconoce deseoso de «empezar a competir» y de hacerlo en el Sadar. «Me han hablado mucho del ambiente del estadio».

Viendo cómo han ido los amistosos y con Flaño y Lolo de baja, es probable que sus deseos se cumplan el domingo.

Silva se recupera

Quien sabe si sobre el césped no le acompañará el Gato Silva. Solo un día después de que el doctor Patxi Cipriain reconociera «muy difícil» su presencia en el primer choque liguero, el centrocampista chileno se convirtió ayer en el gran protagonista de la matinal de Tajonar, al probarse de forma satisfactoria en el entrenamiento con el grupo.

Tanto como para pensar que se encuentra prácticamente recuperado de la rotura fibrilar que sufrió en un gemelo el pasado 4 de agosto y que puede entrar, si no en la formación inicial, sí al menos en la convocatoria para el encuentro frente al Granada. No es que le falten alternativas a José Luis Mendilibar en el centro del campo, pero no cabe duda de que Silva se ha convertido en un hombre de su confianza desde que arribó a Iruñea mediada la temporada pasada.

Flaño, operado

Los que están descartados para la cita del domingo son Nino, Lolo, Satrustegi y Miguel Flaño. El central navarro, que sufrió una luxación en la clavícula izquierda durante el amistoso frente al Zaragoza, fue intervenido ayer en la Clínica San Miguel de Iruñea y debe hacer frente a un periodo de baja de entre dos y tres meses.