Sin entrar a valorar las presuntas cualidades que pueda tener un reality de las características de «Campamento de verano», el encadenado de secuencias esperpénticas que está legando este espacio, inspiran un buen puñado de cuestiones dignas de ser reseñadas. En su constante intento por superarse a sí misma en el territorio insondable de los realitys y programas que apuestan por el exceso, Tele 5 parece que no ha calibrado las consecuencias que ha tenido su afán por superarse en sus atrocidades catódicas. Tras el sicotrónico fichaje y posterior estampida de la escritora Lucía Etxebarria, ahora han sido varias marcas comerciales que promocionaban sus productos en este espacio las que han decidido hacer las maletas y abandonar el campamento.

De esta manera, McDonald's se ha unido a su rival Burger King y a Mutua Madrileña en el boicot que los anunciantes están emprendiendo contra el reality show de Telecinco y que tuvo su origen en la plataforma Hazte Oir, que cuenta con más de 30.000 firmas a través de Internet.

El punto de inflexión que ha desencadenado esta secuencia tuvo lugar en el «baño de chocolate» que el programa obligó a darse a una de sus concursantes, Noemí. Lo que en las mentes de los ideólogos de «Campamento de verano» pretendía ser una escena graciosa, se transformó en un episodio lamentable en el que el enfado de la concursante cruzó la pequeña pantalla y adquirió un gran eco mediático. Ni siquiera el perdón que el programa emitió públicamente consiguió frenar la avalancha de críticas.

En su comunicado, emitido a través de Facebook, el emporio hamburguesero señala que McDonald's «no apoya ningún programa de televisión ni actos de otra índole que muestren una actitud denigrante hacia la mujer o cualquier otro colectivo».

Vista la situación, muchos señalan que el eco que está adquiriendo la marcha de patrocinadores tan destacados puede provocar la fuga masiva del resto de empresas que todavía incluyen sus anuncios en «Campamento de verano».