muralla humana en irurtzun contra el desmantelamiento
Comienzan a desmantelar Inasa con el apoyo de decenas de guardias
Pese a las múltiples gestiones y movilizaciones llevadas a cabo por los extrabajadores, los propietarios de Inasa iniciaron ayer el desmantelamiento de la maquinaria con la ayuda de decenas de guardias civiles desplazados a Irurtzun.
J.SALBADOR - A.AGIRREZABAL | IRURTZUN
Los primeros camiones con parte de la maquinaria de Inasa, la emblemática empresa fabricante de aluminio de Irurtzun, abandonaban ayer las instalaciones a las tres de la tarde, poco después de que el Juzgado de lo Mercantil de Iruñea rechazara el recurso contra el desmantelamiento interpuesto el martes por los extrabajadores y ante la impotencia de estos y de los vecinos que trataron por todos los medios de impedirlo.
La aciaga jornada comenzaba al amanecer, cuando los extrabajadores daban la voz de alarma y un numeroso grupo de vecinos se concentraba frente a la empresa para impedir la entrada de los camiones de la compañía británica Bridgnorth Aluminiun, que el pasado mes de mayo adquirió la maquinaria al actual propietario, Bavaria Industrie Kapital AG (Baikap).
Las primeras patrullas de la Guardia Civil que se personaron en el lugar abrieron el paso a los vehículos, lo que aumentó el malestar de los presentes que, en un momento dado, trataron de entrar en la fábrica para impedir el desmantelamiento y defender la continuidad de la empresa, sobre todo cuando existe una oferta de otra compañía británica, Gryphus Partners LLC, interesada en volver a poner en marcha las instalaciones.
Los agentes, sin embargo, se emplearon a fondo para impedirlo y golpearon con sus porras a las personas que lograron entrar en las instalaciones. Una de ellas resultó herida con fractura en ambos tobillos al saltar una valla y caer al suelo cuando escapaba de la carga policial. Tras ser atendido en un primer momento por una enfermera y el médico del centro de Salud de Irurtzun, fue trasladado en ambulancia a un centro sanitario.
Una vez cerrada la verja de entrada, los guardias retuvieron durante media hora a la quincena de personas que logró entrar en las instalaciones, dos de las cuales fueron detenidas y esposadas bajo la acusación de «atentado a la autoridad». Al final, todos ellos quedaron libres pero bajo la imputación de «invasión de propiedad privada», mientras los dos detenidos fueron acusados de «resistencia a la autoridad».
Mientras se sucedían las negociaciones para que ninguno de los detenidos fuesen trasladados a comisaría, más vehículos policiales fueron llegando a Inasa, lo que incrementó el ambiente de tensión. En total, se pudieron contabilizar medio centenar de agentes a bordo de doce vehículos, a los que se sumó incluso una furgoneta blanca para el traslado de detenidos.
Una vez que los agentes tomaron posiciones en las inmediaciones de la empresa, permitieron la salida de los camiones, hecho que se produjo alrededor de las tres de la tarde, aprovechando que los concentrados se habían retirado para analizar la convocatoria de nuevas movilizaciones contra el desmantelamiento.
Manifestación
Precisamente, a las siete de la tarde de ayer, partió una nueva manifestación desde las instalaciones de Inasa, que fue secundada por cerca de medio millar de personas y que acabó en la plaza de los Fueros en medio de una ovación a los trabajadores y el agradecimiento de estos por el apoyo recibido. En rueda de prensa celebrada al mediodía en las puertas de la empresa, el delegado de LAB Fernando Carrión Galarza, agradeció también estos apoyos, aunque reconoció que «estamos cansados» después de más de un año de lucha y que los sucesos de ayer «dan ganas de llorar».
«Estamos dándolo todo en defensa del empleo, pero ni la administración concursal ni el Gobierno navarro se han implicado lo suficiente para reactivar el empleo. Es inconcebible que ante una propuesta vinculante no se haga nada para impedir el desmantelamiento de Inasa», dijo.
En este sentido, censuró que la consejera de Industria, Lourdes Goicoechea, declarase recientemente que «hay que hacer todo lo posible» por esta empresa y que ayer no estuviese presente. «Lo único que ha hecho ha sido mandar a la Guardia Civil», denunció .
Tras la manifestación de ayer, los extrabajadores han vuelto a convocar a los vecinos a concentrarse a las puertas de la empresa a primera hora de la mañana de hoy, jornada en la que se espera lleguen más operarios de la firma británica para seguir con el desmantelamiento.
Precisamente, Bridgnorth Aluminiun hizo público ayer tarde un comunicado para justificar su derecho a hacerse con la maquinaria tras haberla adquirido en subasta el pasado 13 de mayo por un importe de 3,1 millones de euros. En la nota, la compañía asegura que la subasta y el pago efectuado «ha contribuido a dar la mejor solución económica y la más certera a los afectados (acreedores, incluidos los extrabajadores)».
Bridgnorth Aluminium sostiene que ello posibilitará también un convenio que permitiría la continuación de la actividad de la empresa como comercializadora de productos ajenos.
Última posibilidad
Las sospechas de que el desmantelamiento se iba a producir esta semana llevó a los extrabajadores a presentar el martes un nuevo recurso ante el Juzgado de lo Mercantil, que finalmente fue rechazado a mediodía de ayer.
El objetivo de este recurso era suspender el contrato de compraventa de maquinaria y evitar el desmantelamiento a la espera de que avanzasen las gestiones para que el inversor interesado en la compañía, la también británica Gryphus Partners LLC, presentara una oferta en firme, lo que permitiría crear más de un centenar de empleos.
Sin embargo, la actual propietaria ha acelerado las gestiones para deshacerse de la maquinaria, incurriendo en varias irregularidades, entre ellas la salida a subasta antes de presentarse el concurso de acreedores, según denuncian los extrabajadores, quienes se muestran convencidos de que la oferta de Gryphus suponía «la última y única posibilidad de pagar a todos los acreedores y garantizar la continuidad de toda la actividad productiva».
«Estamos dándolo todo en defensa del empleo, pero ni administración concursal ni Gobierno navarro se han implicado lo suficiente para conseguir la reactivación del empleo. Lo único que han hecho ha sido mandar a la Guardia Civil».
Los extrabajadores de Inasa asistieron con impotencia a la salida de los camiones, sobre todo cuando existe una oferta de una compañía británica, Gryphus Partners LLC, interesada en volver a poner en marcha las instalaciones.
El grupo parlamentario de Aralar-NaBai, así como Izquierda-Ezkerra y Sortu coincidieron ayer en rechazar el desmantelamiento de las instalaciones de Inasa y defendieron la viabilidad de esta empresa.
Sortu denunció además la actuación de la Guardia Civil, que demuestra «al servicio de quién está este cuerpo: de España y de los intereses especuladores», y censuró la actitud mostrada por la consejera Lourdes Goicoechea, a quien reclamó «voluntad política» para evitar la pérdida de un centenar de puestos de trabajo en Sakana.
El parlamentario de Aralar Txentxo Jiménez lamentó lo sucedido en Irurtzun, «cuando en este momento existían serias posibilidades ante la entrada de un nuevo inversor», y acusó a la autoridad judicial de «ponerse del lado de los especuladores y de las empresas de capital riesgo que compraron Inasa».
I-E también rechazó la «actitud pasiva» del Gobierno de Nafarroa y le exigió que «actúe de urgencia» para paralizar el desmantelamiento y «posibilitar la recuperación de su actividad». J.S.