análisis | liga BBVA
Fuga de talentos
La Liga de las Estrellas lleva camino de estrellarse después de que, a excepción de los dos grandes, Barça y Madrid, la mayoría de equipos se haya debilitado con la fuga de jugadores a otros campeonatos. Una competición más igualada para estos, pero más pobre en lo futbolístico. La Liga española tiene todas las cartas para morir de éxito. A la inalcanzable dupla Barça-Madrid se le suma este curso la pérdida de jugadores importantes del resto de equipos, y por tanto de potencial.
Joseba VIVANCO
Si contar con Leonel Messi y Cristiano Ronaldo, si contar con el Barcelona y el Real Madrid en la Liga española significa que es la mejor Liga del mundo, como se vende aquí y allá desde hace unos años, por esa idéntica regla de tres México debería ser el país más rico del mundo, toda vez que el hombre más adinerado del planeta, el multimillonario Carlos Slim, es mexicano. Pero la correlación no es tan sencilla. La Liga española, con algunos de los mejores jugadores del panorama futbolístico, se ha visto sacudida como no podía ser de otra manera por la galopante crisis económica que, no es menos cierto, ya arrastraba más o menos disimuladamente.
Al enésimo duelo Madrid-Barça, a esa `Liga escocesa' «que nos va a divertir» como titulaba estos días el diario deportivo de más venta en España, se le viene uniendo esta vez la progresiva salida de emblemáticos peloteros rumbo a Ligas donde pagan más y mejor. Mientras esos dos grandes clubes se refuerzan a base de `Neymares' y `Bales', el resto compra `Pavones', que diría aquel, mientras vende a sus primeros espadas. En Primera... y en Segunda. La Segunda División inglesa se ha gastado 30 millones de euros en fichajes, la 2ª italiana 20 millones, la 2ª alemana 10 millones... Y la 2ª española... 700.000 euros.
Roberto Soldado ha sido el último en abandonar la nave española. Con su salida del Valencia rumbo a Londres, a Vicente del Bosque le va a salir un pastón el gasto en parabólica para seguir a sus potenciales delanteros. Fernando Torres, Michu, Fernando Llorente, Iago Aspas, Isco, Negredo, Silva, Mata, Navas, Azpilikueta, Monreal, Javi Martínez, Thiago Alcántara... La lista de jugadores de primer nivel que ha tomado las de Villadiego en los últimos tiempos suma y sigue. La Liga española -bien revestida de elitismo a través de la prensa deportiva- se ha mirado tanto al ombligo y al éxito engañoso de, sobre todo, el Barcelona de Pep Guardiola, que lleva camino de morir de ese éxito que quizá nunca lo fue. Por ejemplo, seguro que a la mayoría le resulta chocante saber que la Premier League promedia más pases por partido que cualquier otra de las grandes Ligas europeas, o que la Premier League tiene el menor número de faltas. O que la Liga española tiene el peor ratio de pases completados. Baste un vistazo a la estadística, por ejemplo, de asistencias de gol en la Premier para darnos cuenta del cambio que viene.
El fútbol inglés ha perdido buenos centradores, buenos pasadores, así que para allá se fueron los buenos de Mata y Cazorla para liderar el ranking de asistencias de gol de la Liga inglesa la pasada campaña; y a ellos hay que sumar ahora al Correcaminos Jesús Navas, el segundo jugador de la Liga BBVA que más centros envió al área -ningún futbolista del City logró centrar tantas veces como él-. Y si no, ahí tenemos también a Mikel Arteta, el segundo jugador que más pases dio.
Enfrente, Ligas que resurgen y ganan puestos. Así las cosas, mientras en la Premier inglesa no existe la palabra crisis, al menos futbolística y parece que tampoco financiera -aunque el desembarco de grandes magnates e inversores es un arma de doble filo-, otras como la Bundesliga alemana lleva unos años dando lecciones de cómo hacer rentable este deporte al más alto nivel y cómo atraer espectadores y llenar estadios a precios más que asequibles -las entradas en el Granada-Madrid de la segunda jornada cuestan entre 70 y 145 euros-. Mirar al Calcio italiano para compararse no tiene mérito, porque se trata de un fútbol en busca de sí mismo, mientras que la incipiente Ligue 1 francesa tendrá que demostrar aún que es algo más que artificio, porque sus estadísticas son desastrosas: ambas se disputan el farolillo estadístico en lo que a disparar a puerta se refiere.
Que la Liga española se ha devaluado, nadie lo duda. A la fuga de magníficos jugadores propios se suma el adiós de depredadores del área como Falcao (en la foto, ya con la camiseta del Mónaco) o Higuaín. Entre ambos anotaron 58 goles la pasada temporada, y si sumamos los 30 de Soldado o los 31 de Negredo, si algo ha perdido la Liga BBVA es, sobre todo, gol. Si en algo destacaba la Liga española sobre el resto era en que es donde más se dispara a gol. Y parece que ya no lo será ni en eso.
De ser un fútbol importador, el español ha pasado a serlo exportador. Quizá por el éxito de unas grandes generaciones de futbolistas, o el escaparate del Barça y los títulos de la selección española, pero la puntilla indudable ha sido la falta de liquidez económica y la necesidad de vender. Premier League y Super Liga griega encabezan las competiciones con más españoles en sus filas, aunque quienes han emigrado a uno u otro país nada tengan que ver. Unos por mayores salarios y mejores proyectos deportivos, otros por la necesidad de buscarse fuera la vida que no encuentran dentro.
Oportunidad para quienes apuestan por la cantera. Una Liga devaluada económica, pero lo peor, también deportivamente. Que el Athletic haya sido uno de los equipos más gastadores este verano lo dice todo. Hoy, más que nunca, los equipos españoles miran a la cantera, y más que nunca los directores deportivos deben agudizar su talento para fichar bueno y barato. Y en esa Liga que baja enteros, precisamente equipos como Athletic o Real deberían dar un paso al frente y aprovechar la debilidad de la mayoría, para hacer valer su filosofía.
La marcha de puntales de los equipos rivales hace más terrenal esta Liga de las Estrellas. Equipara las plantillas, sí, y un equipo como el Elche, recién ascendido y que se ha reforzado debidamente, puede dar guerra a más de uno de igual a igual. Más igualada del tercer puesto hacia abajo, pero más devaluada futbolísticamente. Grandes jugadores han hecho las maletas, se perderá fútbol de quilates, hay onces de los que ni siquiera conocemos ya un solo jugador de memoria, extranjeros de los que nadie oyó hablar. La Liga de las Estrellas... que puede acabar estrellada. Porque, o jugamos todos, o pinchamos el balón.