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Joseba ITURRIA

Un mal fichaje aunque dé un buen nivel

 

El fichaje de Granero va en contra de los principios que han permitido al Consejo reflotar al club y llevarlo de la Segunda a la Champions. La Real no puede fichar a un jugador, y menos gastarse 2,5 millones de euros en él, para ocupar dos puestos en los que mejor rendimiento pueden dar jugadores de la calidad y el talento de Xabi Prieto, Zurutuza y Pardo y en el que Javi Ros debía tener sus opciones esta temporada de demostrar su nivel. Además Griezmann puede jugar ahí y en el filial queda la opción de Fuchs.

La temporada pasada, en 38 partidos, entre Zurutuza, Pardo y Ros jugaron 2.319 minutos y la mayoría en partidos en los que Montanier no tenía un pivote defensivo e Illarra jugaba en esa demarcación y antes de que Xabi Prieto pasara al centro. Lo único positivo que ofrecía la marcha del mutrikuarra era, además del dinero, que permitía apostar por dos jugadores que apenas disputaron mil minutos la pasada temporada como Pardo y Zurutuza. Si la Real se gasta 2,5 millones en Granero es para que juegue y eso va a dificultar saber cómo puede progresar el riojano con una continuidad que difícilmente tendrá.

Por mucho que Aperribay negara que con Granero se ha superado el límite salarial, destinar ese dinero a una posición bien cubierta por la cantera es un elemento peligroso porque dificultará las futuras negociaciones y puede crear inestabilidad en una plantilla en la que jugadores mejores van a cobrar una tercera parte. Y la afición va a entender que ese tipo de jugadores de esos parámetros económicos son accesibles para la Real, cuando no lo son.

Granero llega a la Real porque, además de esos 2,5 millones brutos, el Queens Park Rangers pagará otra parte de los alrededor de 2,7 netos que debe tener firmados hasta 2016. Y llega a la Real porque ha fracasado en la Premier. A pesar de la continuidad que tuvo de salida tras la apuesta realizada en él al pagar 8 de traspaso, solo jugó en 7 de los últimos 17 partidos. Tampoco sus números en sus dos últimos años en el Madrid, 700 minutos de media, le abrían la puerta de equipos de ese nivel económico. Son números que hacen dudar de su aportación, pero lo peor es que su fichaje será malo hasta si rinde bien. Dentro de un año la Real no podrá pagar los 5,5 millones de su opción ni asumir su ficha, sus minutos no los jugarán Pardo y Zurutuza, no se confiará en ellos, y se pedirá otro jugador como Granero.

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