Kike Sola prometió «mucho trabajo y mucha humidad» en el día de su presentación. Por mor de la sanción que recaía sobre Aritz Aduriz, el de Cascante fue titular en Valladolid, puesto que difícilmente ocupará en Anoeta este viernes en favor del donostiarra. Pero el navarro tiene muy claro su papel, el punto de partida del que arranca, sabe de dónde viene y hacia dónde va. Y ayer, lo volvió a repetir cuando le preguntaron en sala de prensa por el difícil partido de Pucela donde apenas gozó de ocasiones y sí te tocó bregar mucho con la defensa vallisoletana: «Mucho trabajo y mucha humildad», respondió, para añadir que «los goles, supuestamente, llegarán, pero era un partido para trabajar mucho». Un dato, ganó 6 de los 14 duelos que peleó de cabeza; ninguno de los 5 que disputó dentro del área.

Discurso sincero parece el del exosasunista, que tiene ante sí un partido de esos especiales para quien se enfrenta al equipo que acaba de dejar atrás. «Cuando se acerquen los días seguramente será diferente. Han sido nueve años allí y se le coge cariño. Será especial, aunque no deja de ser un partido más y una vez de que empiece el partido hay que morder e ir a por ellos». Eso sí, fue tajante cuando se le interrogó sobre si marca: «Por supuesto que no lo celebraré».

Será Ernesto Valverde quien decida si Sola tendrá minutos ante sus excompañeros. Y aquí es donde el delantero vuelve a tirar de sinceridad. «El fin de semana que juegue será un premio», sabedor de que parte como recambio de Aduriz y que, como recordó, lo de calentar banquillo no es nuevo para él. «En mis años anteriores, siempre he empezado jugando poco, pero este es el trabajo del futbolista. El jugador es egoísta, entre comillas, porque siempre quiere jugar y marcar goles, pero solo pueden jugar once. Juegue o no seguiré trabajando y siendo el mismo y, si lo hace Aritz, le desearé lo mejor porque lo primero es el equipo», lo zanjó.

De momento, Sola asegura que se está acoplando al equipo y a sus compañeros de la mejor manera, y no escatima halagos para hablar de la plantilla que se ha encontrado. «Se ve que el equipo tiene mucho potencial, pero hay que estar tranquilos, y remando en la misma dirección esto irá hacia arriba». Sola enfatizó el valor del triunfo en Valladolid y la forma de lograrlo. «Era un partido para trabajar mucho y aquí manda la solidaridad. Nos partimos el alma y en esa línea sí obtendremos resultados», vaticinó. Un choque «intenso» como ante Osasuna.