Las tropas leales a Bashar al-Assad recuperaron el control del norte de la provincia de Lataquia. El anuncio, realizado por la agencia pública Sana, fue confirmado por el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que señaló que el Ejército, apoyado por las milicias de las Fuerzas de Defensa Nacional, retomó las posiciones militares en torno a nueve localidades alauítas que los rebeldes conquistaron hace dos semanas.

Los insurgentes lanzaron a principios de agosto una operación de diversión bautizada como la «batalla por la liberación de la costa», en particular en la región de Lataquia, feudo de los alauítas, comunidad chií heterodoxa a la que pertenece el núcleo duro del régimen.

Los rebeldes armados tomaron por sorpresa a las tropas regulares sirias, inmersas en una operación en la ciudad de Homs. Una fuente de Seguridad de Damasco evocó la hipótesis de una traición entre los grupos de vigilancia encargados de controlar sus movimientos.

Las localidades en liza están situadas cerca de Qordaha, lugar de origen de la familia del presidente Al-Assad, y que alberga el mausoleo del finado expresidente Hafez al-Assad, padre de la dinastía republicana.

Pese a que el jefe del rebelde Ejército Sirio Libre, Salim Idriss, hizo una visita simbólica a una localidad de la zona el 11 de agosto, Rami Abdel Rahmane, responsable del OSDH, recordó que «era imposible que el régimen les dejara avanzar en esa zona. Habría habido miles de muertos antes de que se acercaran a Qordaha».

Una fuente oficial siria señaló que solo les quedaba retomar el control de la región estratégica de Sahma, fronteriza con Turquía. El régimen controla las ciudades costeras de Lataquia y Tartus.